Colón vencía 3 a 0 a Boca Unidos, cuando los hinchas irrumpieron elCementerio de los Elefantes. El Tribunal deberá decidir si sanciona alSabalero. Mirá la suspensión del partido.
Colón pasó del sufrimiento a la goleada 3-0 sobre Boca Unidos que le aseguraba la vuelta a la primera división, hasta que cientos de hinchas ocuparon el campo del Cementerio de los Elefantes cuando faltaban siete minutos para el final.
Por la contundencia del resultado se da por hecho que le darán el ascenso a Colón aunque primero deberá pasar por los escritorios de la AFA.
El partido estuvo a punto de suspenderse cuando a los 5 minutos del segundo tiempo el jugador de Boca Unidos, Gonzalo Ríos, sufrió el golpe de un proyectil, que derivó en los quince minutos que adicionó Germán Delfino.
El gol de Lucas Alario de penal recién llegó a los 35 minutos del segundo tiempo, y el ingreso de David Ramírez fue la llave de tranquilidad para Colón al marcar los otros dos goles.
El partido estuvo envuelto en una constante tensión, con el prólogo de la visita amenazante de la barra brava a un entrenamiento del plantel de Colón, que en el primer tiempo se la vio mal ante el conjunto correntino, que también tenía chances de llegar por primera vez a la división mayor.
Boca Unidos estuvo más cerca al punto que José Sand, el veterano goleador, tuvo la chance más clara.
En el segundo se produjo la agresión a Ríos, en el cual el arbitro Delfino se puso firme, deteniendo el partido hasta que el jugador pudo retomar y avisó: “no voy a permitir que se cambie un jugado por una agresión de la gente”.
Cuando Ríos le confirmó que estaba en condiciones de seguir, el árbitro le aclaró que avise si no podía hacerlo. El clima cada vez era más tenso, al punto que hubo un cordón de la Brigada de Infantería ante las tribunas, lo cual no impidió la final la invasión.
Hasta que a los 35 minutos se produjo el penal que Lucas Alario convirtió en gol.
En el minuto 45 Ramírez metió el golazo con definición del “Mágico” de sus mejores tiempos y a los 8 de adicionado llegó el tercero que desató la locura e impidió el fin del partido.
El entrenador Reinaldo Merlo esperó que se retome pero ya los jugadores se habían quedado desnudos y los árbitros se resguardaron en los vestuarios.
“En el entretiempo hice unos retoques, unos ajustes”, dijo Merlo, quien reemplazó fechas atrás al renunciante Diego Osella, el pasional entrenador que se fue cuando vio que no podía darle buen curso a su equipo
Fuente: DyN