La vida ha cambiado en gran medida en las últimas décadas, con la irrupción de la tecnología y su inmenso impacto en las sociedades y comunidades a lo largo y ancho del mundo. Cuando las personas imaginan ese pasado tan distante, tan lejano, como en el caso de la década del ’30, se torna en una tarea dificultosa, ya que se deja dilucidar la escasa existencia de archivos fotográficos y videos de la época. En este video, se puede apreciar un pequeño instante de Concepción del Uruguay, hace ya 90 años. Casi tres minutos para disfrutar de La Histórica, nueve décadas atrás.
Gracias a un video que ha sido colorizado y restaurado, los habitantes de Concepción del Uruguay pueden disfrutar de ser testigos hacia un pasado tan pasado que, en muchas escenas, numerosas personas miran con fascinación la mera existencia de la cámara de video, pues claro, el mismo data de hace 90 años, en la década del 1930.
Las calles uruguayenses resultan irreconocibles, aunque, si se presta atención, se pueden distinguir edificios que hasta el día de hoy permanecen de pie en La Histórica, como la Escuela Normal, la Frater, el Colegio Nacional y la Basílica, que lucían todo su esplendor 90 años atrás, en la llamada «Década Infame».
Los habitantes de aquella ciudad, que observan atónitos la cámara de video, permiten a las nuevas generaciones disfrutar y comprender cómo es que se vivía en aquellas épocas. Las vestimentas, los comportamientos, los automóviles que comenzaban a aparecer en masa, que a su vez convivían con una gran cantidad de carretas acarreadas por caballos, las veredas angostas y las casas con sus entradas cercanas a las calles, lo que hoy parece algo extraño, era la regla una vida entera atrás.
El video, editado por Germán Mentil, es una reliquia que permite a los habitantes de aquella Concepción del Uruguay inmortalizarse en un espejo hacia el futuro, uno que encuentra a las personas reproduciendo una parte de la historia, aunque ellos, en aquel lejano momento, no lo sabían. Asimismo, el cortometraje funciona como una manera de reconocer lo que fue la ciudad, sus costumbres, y las formas de ser y hasta de relacionarse entre los habitantes.