Alberto Fernández recibió este domingo al interventor de Vicentin por parte del Estado, Gabriel Delgado, con quien analizó la situación de ese holding cerealero antes de diagramar los próximos pasos a seguir.
El Presidente y el economista se reunieron en la Quinta de Olivos apenas un día después de los banderazos contra la expropiación de la compañía con sede en Santa Fe, y dos más tarde del fallo de la Justicia que ordenó reponer a sus autoridades privadas.
Tras el encuentro, Delgado comentó en su cuenta de Twitter: «Con @alferdez analizamos la situación de Vicentin. Repasamos todas las alternativas y no nos aferramos a los instrumentos. El propósito del gobierno es preservar las fuentes de trabajo y que los productores puedan cobrar».
Este viernes, luego del fallo en contra, el mandatario había recibido al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien le acercó una nueva propuesta sobre el futuro de Vicentin que tuvo el visto bueno del Ejecutivo.
La misma «deja de lado el proyecto de expropiación», en palabras del propio Perotti, y propone una administración de tres interventores para su «rescate».
Sin embargo, y contrario a lo que se preveía, Héctor Vicentin, hijo de uno de los fundadores del holding y actual accionista, respondió diciendo que el proyecto del gobernador «es más de lo mismo», y acusó al Gobierno de «querer controlar el comercio de granos».
Alberto Fernández decidió avanzar en el proyecto de intervención y posterior expropiación ya que Vicentin acumula una deuda de casi $100 mil millones con sus acreedores, siendo uno de los más importantes el Estado. La empresa es la sexta agroexportadora del país.
La compañía de capitales nacionales, nacida de la mano de tres hermanos – Máximo, Pedro y Roberto Vicentin – en la década del 20 del siglo pasado, cuenta con participación accionaria en 20 empresas tanto en Argentina como en Brasil, Uruguay, Paraguay y España. Si bien en los últimos años tuvo un pasar próspero, actualmente atraviesa su peor momento debido al exorbitante nivel de deudas comerciales y financieras, que alcanzan los $99.345 millones.