Quieren construir la nueva estación transformadora en Sarmiento y 32 del Oeste, con líneas de 132 mil voltios, por donde transitan diariamente más de 600 familias que viven en la zona. Comenzaron a instalar las columnas de más de 20 metros y crece la preocupación. Un grupo de vecinos de Villa Las lomas Sur, se reunieron nuevamente para manifestar su rechazo a lo que será la futura subestación transformadora que se construirá en nuestra ciudad en
dicho barrio, en un lugar de intenso tránsito, a dos cuadras de donde se levanta una escuela y que es lugar de paso constante al complejo de más de 400 viviendas que hay en el oeste de la ciudad. «Estamos hablando de más de 600 familias que van a convivir con una línea de alta tensión sobre sus cabezas», señalaron en diálogo con La Prensa Federal. La polémica data del año 2009/2010, cuando surge el proyecto para mejorar el sistema eléctrico en nuestra ciudad, en especial en la zona oeste, donde se extendió la ciudad y donde además están las industrias que mayor consumo energético generan (plantas avícolas, metalrgicas y las empresas en el parque industrial).
El proyecto contemplaba la construcción de la «Estación Transformadora Uruguay Sur», que se ubicaría en el terreno sito en la esquina sureste de Sarmiento y 32 del Oeste (calle del Ciervo). El predio tiene unos 17000m2 y se prevé la acometida de cuatro líneas de alta tensión (132 kv), montar dos transformadores de 132-33-13,2 Kv y 30 Mva, más las salidas de 33 Kv y 13,2 Kv. El proyecto generó polémica por aquel entonces, y se realizó una audiencia pública en la UTN el 3 de diciembre de 2010, audiencia a la cual fueron invitadas instituciones, organismos oficiales, profesionales y diferentes entes, pero «se olvidaron de invitar a los vecinos afectados», comenta Sergio Bardin, quien vive sobre calle Alberdi hace ya varios años. Oscar Treppo, vecino de Villa Las Lomas asistió a aquella audiencia pública como representante de la UCR pero también señaló que en aquella audiencia hubo muchas irregularidades.
«La estación ya estaba planificada para instalarse allí, a pesar de que está dentro de la planta urbana, y a pesar de que ya estaban diagramadas muchas de las viviendas que hoy ya están habitadas. Estamos hablando de un barrio que pasó de tener unas 100 familias, a hoy estar habitado por más de 600, y con planes de vivienda en ejecución para ampliarse todavía más. Esas cuestiones no se tuvieron en cuenta, como tampoco el hecho de que por debajo de los cables de alta tensión y a pocos metros de la estación transformadora, van a pasar cientos de chicos y grandes», destacó Treppo. Otro de los reclamos a Enersa y a las autoridades de la ciudad y la provincia, fue que el motivo por el que la empresa quiere la estación en ese predio es netamente económico, ya que podría instalarse en la zona del parque Industrial, o fuera de la planta Urbana con lo cual no afectaría la vida cotidiana de la comunidad uruguayense, pero eso insumiría a Enersa un costo económico más alto. «No se puede resignar la calidad de vida de los habitantes de esta ciudad, por un beneficio económico a una empresa que debe invertir para mejorar la calidad de su servicio, me parece que las cosas están al revés, y por eso vamos a seguir reclamando», señaló Treppo.
«Columnas infernales»
Luego de aquella audiencia pública que pasó prácticamente inadvertida, el reclamo de los vecinos se hizo escuchar. Autoridades políticas a fines de 2011 se habían comprometido a revisar el proyecto, y buscar una alternativa que no afecte a uno de los barrios de mayor crecimiento demográfico en los últimos tres años. «Cuando creíamos que nos habían escuchado, comenzamos a ver hace algunos meses movimiento de suelo, mediciones y cosas que llamaron la atención. Colocaron un cartel de obra a cinco cuadras del predio en cuestión para que nadie lo vea y comenzaron a colocar unas columnas infernales de más de 20 metros de altura donde suponemos irán las líneas de alta tensión.
Ahora debemos convivir con esto todos los días y tememos que pueda ser peor cuando se instale la estación transformadora», destacó Bardín. Sonia González, otra vecina que también vive en Alberdi y 32 del Oeste dijo indignada que en la Resolución Nº 50 del EPRE fechada el 8 de abril de 2011, en uno de los considerandos señalan que Enersa debe «capacitar al personal docente de las escuelas del área de influencia de la ubicación de la Estación Trasformadora y Líneas de Alta Tensión, respecto de la prevención de accidentes en este tipo de instalaciones, especialmente para niños y jóvenes, para que los docentes puedan difundir en las escuelas éstos conocimientos’, es decir, en pocas palabras, que si el día de mañana pasa algo a alguno de los chicos, la culpa va a ser de los maestros que no realizaron la prevención adecuada… es una locura».
Más energía, menos salud
Así las cosas, mientras los cientos y cientos de chicos que viven en esa zona de la ciudad esperan por la escuela que se está construyendo (frenada por una empresa irresponsable que abandonó la obra), mientras las familias esperan por la comisaría cuarta que se levantará allí a pocos metros; mientras se aguarda la salita de salud para más de 600 familias en esa zona alejada de la ciudad donde se siguen construyendo viviendas con servicios escasos; mientras todos esperan, la empresa de energía, regulada por el gobierno provincial, comienza a levantar sus columnas, a tender sus cables y a instalar sus transformadores. La calidad de vida y el ambiente sustentable caminarán por las veredas polvorientas de Villa Las Lomas, debajo de 132 mil voltios de energía eléctrica.