Los impulsores de la iniciativa son referentes de la Uocra y sumaron a vecinos de los barrios La Higuera, Laura Vicuña y San Isidro. Además, empresas se comprometieron y aportaron para que el sueño vaya tomando forma.
La zona norte de la ciudad volvió a tener vida después de que la traza del acceso del tránsito pesado rodeara una zona postergada durante décadas. Con el
Programa de Mejoramiento Barrial se recuperó una importante zona de La Higuera y Laura Vicuña, y con la apertura de la calle Tulipanes hasta Millán, se conectó también a barrio San Isidro. Mientras se espera una resolución sobre el traslado de la terminal a pocos metros de allí, un grupo de vecinos se propuso que el monte que rodea a las vías del ferrocarril dejen de separar a los barrios y sean un lugar de reunión, de encuentro y de recreación. Un espacio para niños, jóvenes y abuelos de esta amplia zona de la ciudad. Así se fue gestando la idea que ya tiene el primer paso dado. «Hace tiempo teníamos un proyecto armado para construir una plaza, con una cancha de fútbol, un playón de básquetbol, areneros con juegos infantiles y también un espacio para canchas de tejo y recreación para adultos mayores. El proyecto estaba, pero el predio donde lo queríamos hacer era un monte, bah, era un basural, porque ya se estaba convirtiendo en un depósito de residuos de todo tipo», cuenta Rubén Molina, titular de la seccional uruguayense de la Uocra, el gremio de los obreros de la construcción. Molina afirma que «No queríamos seguir esperando, por lo que comenzamos a contactar a empresas y a instituciones amigas que comenzaron a sumarse al proyecto, así llegaron las máquinas de Hosifa Construcciones y nos nivelaron todo el terreno, después le metimos trabajo de los vecinos y compañeros del gremio, y de a poco se fue limpiando el predio. Esto que antes era un basural, hoy nos permite visualizar nuestro proyecto». El predio quedó casi listo en menos de una semana, pero todavía falta. «Levantamos el escenario con el apoyo de vecinos, esta es nuestra piedra fundamental, si bien el camino será largo, ya hemos hecho los contactos para que la plaza vaya tomando forma. De a poco y en base a la solidaridad de los vecinos», destacó Molina, quien aseguró que el proyecto es ambicioso y permite no sólo recuperar el espacio que ya era un basural, sino también convertirlo en un lugar de recreación para la gurisada de los barrios y también de contención para los jóvenes. «Queremos que el día de mañana todos los vecinos lo aprovechen, que se desarrollen acá talleres de danza, de música, que se realicen recitales donde puedan tocar los chicos del barrio y de la ciudad. También queremos hacer talleres deportivos y que sea un lugar de encuentro para todas las edades y todos los vecinos». Barrios unidos Limpio de maleza y nivelado por maquinaria pesada, el predio llama la atención entre 11 y 13 del Norte, sobre los terrenos del ferrocarril. Al otro lado de la vía (ubicada unos cuantos metros debajo del nivel, se encuentra otro predio más chico sobre el barrio San Isidro. «En el futuro esta puede ser la plaza de la integración, lo que antes dividía los barrios ahora los va a unir y podemos proyectar hacia adelante más acciones conjuntas», continuó Molina. Hay algunos temas a tener en cuenta para el corto plazo.
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