Norma Bonazzola, quien era intensamente buscada desde hace cuatro años luego de que se fugara de la Unidad Penal Nº6 de Paraná, fue capturada este domingo aproximadamente a las 14 en Gualeguay.
Bonazzola era requerida por la Justicia por rebeldía, lo que le valió un pedido de captura internacional desde el 14 de julio de 2010, ya que se fugó de la cárcel de mujeres de Paraná cuando cumplía prisión perpetua por una causa de Homicidio criminis causae. Había sido detenida por primera vez en enero de 2008, acusada de asesinar a la contadora de Gualeguay, Patricia Marina Tonón, quien tenía 45 años de edad cuando murió de 12 puñaladas producidas con una trincheta en el interior de su estudio. La fugada había sido condenada a cadena perpetua por el Tribunal de la Cámara Penal de Gualeguay.
Sin embargo, Bonazzola nunca pudo ser formalmente notificada del veredicto, y ante la fuga, rige lo que poco se conoce como, prescripción de la condena, de acuerdo a lo que establece el Código Penal. Ante esta incógnita, Elonce TV consultó al Procurador General del STJ, Jorge García, quien confirmó que la detenida «deberá cumplir la pena» que le fuera impuesta. «Bonazzola dio muerte a Tonón y fue condenada a una pena de reclusión perpetua pero prácticamente no había comenzado a cumplir la pena porque se fugó del lugar donde estaba; de esto hace bastante y recientemente fue detenida en Gualeguay», recordó.
«Cuando la persona se fuga y permanece en esa condición, ya sea fuera del país o escondida donde sea, transcurre la prescripción de la pena; es decir, la posibilidad de que si la persona llegaba después de los 20 años, el Estado pierde la capacidad y la competencia para hacerle cumplir la condena», explicó el jefe de los fiscales, al tiempo que aclaró: «Mientras esté en ese plazo de 20 años ya que se trata de una pena perpetua, la pena se cumple íntegra, desde el momento en que es detenida». Al consultarle a García dónde, Bonazzola deberá cumplir con la condena, éste confirmó: «La Cámara que la condenó es la de Gualeguay y deberá cumplir su condena allí, salvo que el juez de Ejecución disponga su traslado a otro lugar, algo que es posible pero en principio esto no es necesario». «El tribunal que la condenó a perpetua, computa la pena», finalizó.