Saïd y Gisela se conocieron en San Martín de los Andes y hace más de tres años que son inseparables. Hoy, cada uno de ellos, alentará a su seleccionado en el Mundial. Por Sebastián Bandera.
Hace siete años Saïd (32) viajaba como mochilero por Sudamérica. En un bar de San Martín de los Andes perdió una apuesta con un amigo que consistía en tener que ir a encarar a una chica y allí estaba Gisela (30) vacacionando con amigas.
A partir de ese momento no se separaron nunca. Hace casi tres años que están felizmente casados (como se suele decir) y hoy por primera vez se enfrentarán por culpa de un partido de fútbol.
Saïd se desempeña como traductor de español, inglés y holandés. Aunque también habla francés a la perfección. Nació en Gante, Bélgica y el amor hizo que se quedara en Buenos Aires, ciudad a la que llegó por primera vez en 2005. Gisela es porteña y se dedica al rubro del turismo.
A los dos les encanta el fútbol y tienen muchísimas expectativas de ver a sus selecciones disputando instancias decisivas por primera vez. Argentina no logra pasar los cuartos de final desde 1990, mientras que los Diablos Rojos tuvieron su mejor performance en 1986 cuando llegaron a semifinales hasta ser eliminados por la Argentina que se consagraría campeona en aquel torneo.
“Argentina se va a tener que cuidar mucho atrás”, sentencia Saïd y sostiene que la selección belga posee aún mejores cualidades que la que obtuvo el cuarto puesto hace ya casi 28 años. “Bélgica tiene un muy buen juego colectivo con toque rápido y que sabe aprovechar bien los espacios”.
Gisela se siente confiada con el plantel y sobre todo con el gran rendimiento que viene demostrando La Pulga en lo que va de mundial. “Me alegra que Messi este pasando por un buen momento en la selección porque eso contagia a todos los jugadores”.
Si bien se le hizo costumbre esto de “sufrir” los partidos hasta el final, cree que la selección logrará una victoria hoy, aunque con alargue y definición por penales mediante. Ella pronostica un 2-2.
Saïd que no solo habla perfecto español sino que además incorporó expresiones tales como “boludo”, “chabón” y “¡vamos Bélgica carajo!”, se muestra bastante confiado y vaticina un 3-2 a favor del seleccionado del Benelux.
Su cábala es simple y funcional: “Una buena cerveza belga”. Gisela no tiene amuletos, pero advierte que si Argentina va a penales cerrará los ojos y cruzará mucho los dedos. Picada argentina, cerveza belga y una historia de amor y fútbol que nos regala el mundial.
(*) Especial para 442