Cada vez más vecinos se suman a la feria en la plaza ubicada sobre bulevar 12 de Octubre. Este sábado hubo más de 90 puestos y mucha gente recorrió mirando ropa, calzado y artesanías.
Ha sido impresionante el desarrollo que ha alcanzado la feria que se realiza todos los fines de semana en la Plaza 12 de Octubre de nuestra ciudad. Lo que comenzó con cinco vecinos de la zona que se animaron a ofrecer su mercadería a quienes pasaban por la placita del bulevar, se ha transformado de una manera notable y se calcula que este sábado hubo más de 90 puestos instalados donde se ofrece, esencialmente, ropa usada. En su mayoría son mujeres las que llevan adelante esta naciente feria en Concepción del Uruguay. Todas les dedican el fin de semana a este nuevo trabajo que le termina dejando un dinero que les viene muy bien a sus familias, a cambio de cosas que ya no usan. «Todo está en excelentes condiciones, los puesteros conservan el respeto por la gente que viene a comprar, es ropa muchas veces con muy poco uso, y eso se puede ver claramente en todos los puestos», afirmó Norma en diálogo con el sitio digital 03442.com.ar.
También los usuarios de la feria destacan que la plaza se encuentra en buen estado de conservación, está limpia, con los juegos en condiciones e iluminada. Los puesteros se esfuerzan en mantenerla así y el lugar ha cobrado una vida que no tenía, decenas de chicos colman los juegos, mantienen la plaza limpia, no se instalan sobre zonas con flores o plantas y cada fin de semana todos se llevan algo de dinero para sus casas. Si bien el eje de la naciente feria es la venta de ropa usada, también se han sumado artesanías, algunos puestos con alfajores y tortas caseras. Hay gente que también tiene algo de ropa nueva, pero son los menos, porque los precios que se manejan son absolutamente diferentes a los que el público está acostumbrado. En la plaza se puede conseguir un jean en excelente estado por 30 o 40 pesos.
Con mantas sobre los canteros, la ropa se exhibe al público que colma el lugar cada fin de semana. La feria se monta los viernes, sábados y domingo a lo largo de toda la tarde, pero los viernes es el día de menos concurrencia. Otro punto novedoso es que nadie está a cargo de la feria, ha sido una iniciativa colectiva que ha crecido espontáneamente y que sigue sumando adeptos, conservando la armonía entre todos los vendedores. «Todos los fines de semana hay alguien nuevo que se suma, es cuestión de encontrar el lugar y no molestar a nadie, los más viejos es como que ya tenemos nuestros propios lugares, pero todo el mundo puede venir e instalarse, siempre con respeto y sin problemas porque así hemos trabajado siempre», afirma doña Celia quien exhibe una colección importante de calzados de todo tipo y tamaño a los pies de su sillón plegable, cómodamente instalada con una conservadora a su lado.
Economía
El crecimiento de la feria ha motivado algunos rumores de malestar de algunos sectores comerciales formales de la ciudad, lo cual ha generado cierto grado de incertidumbre entre los feriantes de la placita. «No creo que le afectemos el negocio a los comercios de la ciudad, esto es algo completamente familiar para gente que demanda este tipo de mercadería, no es lo mismo comprar un jean en un comercio por 500 pesos que venir aquí y vestir completamente a un chico por 100 pesos», afirman. Por lo pronto apuestan a conservar la plaza limpia cuando se van, mantener el clima de tranquilidad del lugar y ofrecer su mercadería a quienes la necesitan a precios muy bajos.