Las redes sociales reflejaron la tensión de la previa. Hoy a las 18.15, sin visitantes, se juegan el honor y la chance de seguir al acecho de Newell’s.
En la previa a un superclásico hay nervios y arrobas. También hay tensión y algún hashtag. Hay, además, ansiedad, mucha ansiedad. Y asteriscos, muchos asteriscos. Cada vez más las horas de espera se llenan con mensajes de menos de 140 caracteres que circulan a través de Twitter. La red social se convirtió en una tribuna virtual, en un escenario donde hasta los propios jugadores se animan a exponer su impaciencia. Y cuando se trata de un Boca-River, bueno, cuando se trata de un Boca-River el pajarito azul estalla.
Ahí está, por ejemplo, lo que escribió Fernando Gago el domingo pasado no bien terminó el partido que Boca le ganó por 2-0 a Quilmes. “Gran triunfo el de hoy. Felicitaciones a Roman por ser el jugador con mas partidos en la Bombonera. Ahora a pensar en el clásico. Vamos Boca!”. No hubo tiempo ni para disfrutar de los tres puntos que el xeneize sumó en la Bombonera. El superclásico se empezó a palpitar con una semana de anticipación. Y Twitter fue el ámbito que los protagonistas eligieron para exhibir sus inquietudes.
Un día antes del partido con Lanús, cuando todavía faltaba más de una semana para el superclásico, el volante de River, Manuel Lanzini, se animó a tuitear algo que bien podría demostrar la obsesión por lo que vendría: “No se puede creer el gol de mitad de cancha que le acabo de hacer a Boca en #PES2014, jajaja..”. Lanzini, en la concentración del plantel, y aún con el partido contra el Grana por delante, ya se metía en el clima de la previa con los controles de la Play en la mano. Con más de 112 mil seguidores, el volante es uno de los jugadores millonarios con más hinchas virtuales. Este jueves, a tres días del súper de hoy, siguió con su exposición tuitera: “Se esta terminando una semana muy importante, estamos muy motivados! Vamos River y gracias por el apoyo de siempre!!”.
Leonardo Ponzio, uno de los que hoy arrancarán en el banco de suplentes, tomó el partido de reserva que ayer ganó River 1-0 con gol de Giovanni Simeone para subir a la red social un tuit abarcativo y esperanzador: “Felicito a los chicos de la reserva por haber ganado el #superclásico. Mañana nos toca a nosotros. Vamos todos unidos vamos no nos quedemos”.
El que le sacó una cuota de dramatismo a la previa del superclásico fue Gonzalo Escalante. La fecha pasada, contra Quilmes, el jugador de Boca desperdició una clara oportunidad de convertir un gol después de recibir un pase genial de Juan Román Riquelme. Después del partido, Escalante se rio del episodio y aprovechó la oportunidad para hacer foco en River: “Buen triunfo, vamos boca carajo! El domingo cueste lo que cueste. Me voy a practicar definicion jajaja”.
Esto de utilizar Twitter para tener contacto con los hinchas es una herramienta que también utilizan los clubes. La cuenta oficial de River (@CARPoficial) tiene más de 350 mil seguidores, aunque el superclásico de la red social lo gana Boca (@BocaJrsOficial), con 200 mil seguidores más. Las instituciones informan sobre las actividades sociales y deportivas, y ofrecen servicios: a través de la cuenta de Boca, por ejemplo, los hinchas xeneizes, que esta tarde tienen el ingreso prohibido al Monumental, pueden seguir el minuto a minuto del partido y ver fotos.
Claro que además de ser una herramienta de comunicación que utilizan los jugadores y los clubes, Twitter es también una gran tribuna virtual. Es el espacio donde descargan adrenalina en la previa al partido más intenso del año. “No veo la hora que llegue el domingo”, dice uno de River. “#DeChicoPensaba en hacerme de riBer, no quise amargarme la vida, decidí hacerme hincha del mas grande del mundo #Boca”, parece contestarle otro. “Desde ya estoy feliz porque se que le vamos a ganar a los bosteros”, sentencia un millonario optimista. “Que suerte que mi pa me haya hecho hincha de #Boca”, agrega otro fanático agradecido. El contrapunto es interminable. La previa genera ansiedad, temores, tensión, y qué mejor que una red social para descargar. Ahora quedan por delante noventa minutos. Y un resultado, que derivará en más tuits. Sin adrenalina, pero con gastadas, chicanas y gastadas. Es que el escenario 2.0 también es parte del superclásico.
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil