La vuelta de la saga de George Lucas implica una operación comercial inusitada, y la respuesta global indica que será el film más taquillero de la historia. Argentina, la excepción.
Episodio VII – El despertar de la fuerza, la nueva película de Star Wars, está en boca de todos. ¿La viste? ¿No la viste? ¡No me cuentes! Ahora bien, ¿es esa excitación algo que le permitirá a Disney recuperar los 4.100 millones de dólares que le costó Lucasfilms, dueña de la saga, y la inversión original de más de 400 millones de dólares en la película de J.J. Abrams?
En su estreno, el jueves a la noche, rompió el récord que tenía Harry Potter en Estados Unidos y Canadá y se alzó con 57 millones de dólares. El viernes, día de estreno oficial en Estados Unidos, el film de J.J. Abrams que reúne a los personajes clásicos de la saga con otros nuevos estuvo en 4.134 salas de ese país (Jura-ssic World tuvo 4.274 salas y posee el récord). Y generó allí aproximadamente 120 millones, es decir, más que los 80 millones que facturó Jurassic World, película que posee, con 208 millones, el récord de facturación en un primer fin de semana. Se estima que finalmente SW superará los 215 millones; en ese caso, podría sobrepasar los 2.800 millones de dólares que ostenta, récord, la película Avatar.
En Argentina el éxito fue considerable el día del estreno, el pasado jueves 17 de diciembre. Acorde a Ultracine, la séptima película de la saga fue vista por 90 mil personas. A eso hay que sumar las entradas vendidas en la preventa para las funciones que se dieron en la madrugada del jueves. Lo cual terminaría dando un número total cercano a los 115 mil espectadores. Hay que tener en consideración que Star Wars – El despertar de la fuerza se exhibe en 451 salas de cine en todo el país. Un número enorme, casi sin precedentes en nuestro mercado. Para hacerlo más gráfico: en esos días, SW se quedó con el 80% de la taquilla total. Para el viernes, la convocatoria ya era de 176.352 espectadores.
Aun así, está lejos del récord en nuestro país para el día del estreno, que lo posee Rápidos y furiosos 7 con unos descomunales 280 mil espectadores en 383 salas durante la Semana Santa de este mismo año (eso incluye preestrenos, y hay que considerar que ese fin de semana la película de Vin Diesel superó el millón de espectadores en cuatro días, algo inusitado en nuestro país). Mal que le pese, la nueva Star Wars no llega siquiera al podio: incluso Monsters Inc., de la misma Disney, llevó 180 mil espectadores, y con el bronce se queda Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 con 144 mil entradas vendidas. Este año, por ejemplo, 50 sombras de Grey también tuvo más de 100 mil entradas anticipadas. Eso sí: es el mejor arranque de la saga en nuestro país.
Es verdad que el mundo alucina con el estreno de la película, pero, por ejemplo, los filmes más recientes de la saga –es decir, la segunda trilogía– tuvieron un éxito no tan considerable (La amenaza fantasma – Episodio I hizo 1.286.000 espectadores, Episodio II – El ataque de los clones hizo 726 mil, y Episodio III – La venganza de los Sith hizo 936 mil). Hay que aclarar que fueron estrenadas en muchísimas menos salas que esta nueva película millonaria.
Todo indica que probablemente aquí, a diferencia del resto del mundo, no se rompa ningún récord. Es cierto que tiene pantallas como nunca y el planeta quiere verla, pero las cifras iniciales, si bien indican un éxito, no apuntan a una película que bata récords. El primer fin de semana llegará aproximadamente a los 700 mil espectadores.