Un informe indica que el consumo de leche, carne y yerba mate alcanzó mínimos históricos en 2024

Según la Fundación Encuentro y la Fundación Innovación por la Inclusión, el consumo de leche per cápita alcanzó su nivel más bajo en 34 años, y el consumo de carne vacuna también mostró una disminución significativa.

Con una caída del 9,1% respecto a 2023, el consumo de leche fue de 171 litros por persona y la producción también disminuyó un 6,5% en comparación con 2023.

Se proyecta una recuperación en la producción de leche para 2025, pero factores como la reducción de derechos de exportación en soja y el cese de unidades productivas podrían afectar negativamente este crecimiento.

Además, el aumento en los costos de insumos y la inflación han generado dificultades para los productores lácteos, quienes enfrentan una rentabilidad cada vez menor. La industria también ha experimentado un alza en los costos energéticos y logísticos, lo que ha impactado en el precio final de los productos lácteos, desalentando el consumo interno.

El consumo de carne vacuna per cápita en 2024 bajó a 47,7 kg (una caída del 8%), siendo el segundo nivel más bajo desde 1914. La producción cayó un 3,4%, mientras que el pollo superó por primera vez a la carne vacuna como proteína más consumida. En comparación con 2023, el consumo interno de carne cayó un 8%.

Entre las razones de esta disminución se encuentran la suba de precios de la carne vacuna, el crecimiento del consumo de alternativas más económicas como el pollo y el cerdo, y una creciente preocupación por la salud y el medioambiente, que ha llevado a algunos consumidores a reducir su ingesta de carne roja. Asimismo, la crisis económica ha obligado a muchas familias a optar por cortes más baratos o a disminuir la frecuencia de consumo de carne vacuna, priorizando otras fuentes de proteínas.

El consumo de yerba mate en el mercado interno se redujo un 9,2% en relación a 2023, alcanzando su punto más bajo desde 2016. El consumo total fue de 259 millones de kilos y la producción también disminuyó un 6,8%, aunque las exportaciones aumentaron un 10,9%.

La caída se atribuye a factores como la priorización de exportaciones, cambio en los hábitos de consumo, sequías y pérdida del poder adquisitivo, mientras las exportaciones de estos productos aumentaron significativamente.

En el caso de la yerba mate, la merma en el consumo también se ha visto influenciada por la suba de precios, que ha llevado a muchos consumidores a reducir la cantidad adquirida mensualmente o a buscar marcas más económicas.

Los especialistas advierten que la situación podría revertirse parcialmente en 2025 si se implementan medidas de apoyo al sector productivo, pero remarcan que la recuperación dependerá en gran medida de la evolución de la economía y del poder adquisitivo de los consumidores.

Además, sostienen que es fundamental incentivar el consumo interno para equilibrar el mercado y evitar que la dependencia de las exportaciones afecte el abastecimiento local y los precios de los productos en el país.