Rodolfo Bonacegla, fue juzgado en las últimas horas en Paraná y condenado a cuatro años y cinco meses de cárcel tras admitir que trasladó marihuana a Concepción del Uruguay. «Trabajo de panadero, quería tener más plata para ayudar a mi familia, pero terminé preso», dijo. Bonacegla fue detenido el 13 de septiembre de 2012 en el cruce de las rutas 14 y 18. El hombre venía en un
colectivo que había salido desde Misiones con destino a La Histórica, pero un operativo de Gendarmería truncó la idea de la banda narco de incorporar al mercado esa droga. Tras estar todo este tiempo preso en la Unidad Penal Nº4, de Concepción del Uruguay, Bonacegla aceptó simplificar el juicio en un abreviado donde admitió ser el responsable del delito de transporte de estupefacientes con fines de comercialización. La presidenta del tribunal, Lilia Carnero, le informó que tanto el defensor oficial Mario Franchi como el fiscal general José Candioti, habían acordado la pena de cuatro años y cinco meses de prisión efectiva, lo que el detenido aceptó.
Mientras se desarrollaba la parte burocrática del acuerdo, Bonacegla, prácticamente en una charla amistosa con la camarista le contó varios pormenores de su vida en la cárcel, como también de su esperada rehabilitación con la comunidad. «Fui un estúpido al aceptar traer esa droga desde Misiones. Allí la marihuana casi se regala, por lo que hay que ir a buscarla a muy bajo precio», relató frente a las preguntas de la magistrada. «En Concepción hubo personas que me ofrecieron que me quedara con 3.000 pesos y de esa manera solo tenía que llevar 5.000 pesos hacia Misiones, pagarle a un tipo y luego traer la carga», referenció, para marcar: «Perdí, ya que al parar el micro y subir el gendarme, sabía que había metido la pata. El uniformado no sé cómo supo que traía la droga, pero lo cierto es que todo fue por culpa mía». Tranquilo y pausado, el uruguayense explicó: «Si bien tengo un trabajo de panadero, quería tener más plata para ayudar a mi familia, pero terminé preso», publicó Eloncedigital.