Un camión que transportaba jaulas con pollos y que circulaba entre Crespo y Libertador San Martín, perdió cinco estructuras metálicas que quedaron esparcidas sobre la ruta. El transporte había sido contratado para trasladar aves entre dos granjas y en esa tarea se encontraba
cuando perdió parte de su carga. Un automóvil VW Fox, blanco, que transitaba en sentido contrario, embistió un par de las jaulas y volcó espectacularmente.
En el vehículo viajaban dos jóvenes de Crespo que fueron derivadas a un centro asistencial, para ser atendidas de las heridas sufridas por el impacto y vuelco. El accidente se produjo minutos antes de las 20, en el kilómetro 35 de la ruta provincial 131, a unos 2000 metros del acceso Illia a Crespo. El conductor del camión no se dio cuenta de la caída de las estructuras metálicas y siguió su marcha. Fue localizado por la policía a unos 10 kilómetros del lugar del hecho.
Mientras se realizaba el operativo de tránsito, dos motocicletas de la policía que habían sido estacionadas sobre la ruta con sus balizas encendidas, fueron embestidas por un automóvil VW Bora, que no se percató de lo que ocurría. El automovilista proveniente de Buenos Aires, transitaba desde Libertador al cruce de rutas. Las motocicletas quedaron destruidas, mientras los efectivos policiales miraban sorprendidos lo que ocurría, consignó Estación Plus.
Motos destruídas
Según Paralelo 32, cuando se produjo el choque de un automóvil Fox contra las jaulas caídas de un camión que seguramente no las llevaba correctamente amarradas, llegó al lugar la policía. Dos uniformados lo hicieron a bordo de motocicletas de las que fueron adquiridas con gran esfuerzo por la Asociación Vecinal que apoya a la policía. Sobre uno de los extremos del accidente fueron colocadas las dos motos con sus balizas destellantes encendidas, como advertencia para los automovilistas.
A pesar de la eficacia de este tipo de elementos lumínicos, que se observan desde lejos, el conductor de un VW Bora no frenó a tiempo y destrozó ambas unidades, salvándose sus conductores cuando vieron que el vehículo no alcanzaría a frenar. Ocurrió de noche, cuando la velocidad en ruta debería sosegarse un poco porque la visibilidad es menor, aunque en este caso los clásicos destellos azules se observan desde larga distancia.
Felizmente no hubo pérdidas humanas para lamentar. Desde el punto de vista jurídico son dos accidentes distintos; en el primer caso habrá que determinar la responsabilidad del transportista, pero en el segundo la responsabilidad está determinada, por lo que se puede esperar que la compañía aseguradora del Bora se haga cargo con rapidez de reponer las dos unidades destruidas.