Triunfo de Talleres ante River en el estadio Kempes

River tropezó con Talleres en Córdoba: perdió por 2-1 por la 16° fecha y, si bien su liderazgo de la Liga Profesional no corría riesgo, sufrió ante un equipo en alza que se ubicó tercero a seis puntos en el Estadio Mario Alberto Kempes.

El conjunto de Javier Gandolfi fue el gran protagonista del partido, más allá de los momentos en los que los de Martín Demichelis intentaron robarle cartel. Aunque, más de una vez, fueron los errores visitantes los que le dieron vida.

El primer fruto que rindió la presión arriba le permitió en el inicio poner contra las cuerdas al Millonario, cuando Franco Armani debió salir del área a cortar a Ramón Sosa y tras el rebote el árbitro Nicolás Ramírez vio penal de Esequiel Barco sobre Sosa, aunque debió retractarse vía VAR porque había sido falta en ataque.

Después, hubo una polémica para la T por una dudosa mano en el área de Leandro González Pirez, quien luego se topó con Guido Herrera. De hecho, los arqueros tuvieron una noche movida: el local también apareció ante Lucas Beltrán y Nicolás De la Cruz, y Armani frente a Michael Santos, mientras que a Sosa le faltó puntería y un tiro de Rodrigo Villagra besó el palo.

Pero todos esos gritos atragantados se soltaron en el complemento. Con la visita de mejor semblante, a los 17 se despertó el cordobés cuando River perdió una pelota en ataque y Sosa tomó la lanza para atropellar desde su campo, desbordar por izquierda y enviar un centro atrás que se desvió en el taco de Enzo Pérez y le quedó a Rodrigo Garro para definir de frente ante Armani.

Enseguida, Demichelis mandó a la cancha a Pablo Solari y Matías Suárez, pero a los 28 Sosa le bajó una pelota a Garro que, desde la izquierda, sacó un remate cruzado al ángulo para aumentar con un golazo espectacular.

Ya más lejos en el marcador, La Banda no se rindió y logró el descuento a los 33, con un centro cruzado desde la derecha de Milton Casco que cabeceó Suárez a la izquierda de Herrera para dejar a la visita en partido.

Pero luego supo apretar los dientes el local y no sufrir asedios en los metros finales. River intentó con ímpetu pero se encontró con unos rivales dispuestos a dejar todo para evitar la igualdad. En la última, con algo de fortuna: el cabezazo de Miguel Borja con destino de arco le pegó a Enzo Pérez.