Hubo celebración en casi todas las provincias y también en algunas ciudades del exterior. En Brasil hubo 70 mil argentinos, aunque sólo 15 mil ingresaron al estadio. Galería.
Un grito de gol esperado desde hace 24 años se multiplicó ayer dentro y fuera del país. Argentina es semifinalista en la Copa del Mundo y eso generó que los hinchas improvisaran caravanas para festejar el triunfo en distintos puntos del país y también en las principales ciudades del mundo.
Pese al mal clima, el Obelisco se convirtió en el escenario donde cientos de fanáticos cantaron, bailaron y llevaron carteles con mensajes alentadores. Bajo la lluvia y sin temor al frío, por casi dos horas persistieron los cantos, los bombos y los bocinazos.
En Brasil, los argentinos coreaban al mismo ritmo. De los casi 70 mil argentinos que se instalaron en Brasilia, unos 15 mil vivieron el triunfo dentro del Estadio Mané Garrincha. Y a la salida del partido, la hinchada argentina, lookeada con pelucas y caras pintadas, continuó con la celebración. “Choripán gana feijoada”, era la leyenda de una de las banderas que sacudía uno de los fanáticos. Según la Dirección de Migraciones de Brasil, desde el 12 de junio hasta el 1° de este mes ingresaron casi 170 mil argentinos.
A nivel local, del norte al sur se vivió una fiesta en blanco y celeste. Los tucumanos se volcaron a las calles y mostraron la euforia por la clasificación. La plaza Independencia fue el punto de encuentro, mientras que en Yerba Buena los festejos se extendieron a lo largo de la avenida Aconquija. La mismas postales entregó la plaza 9 de Julio, en el centro de Salta. “Volveremos a ser campeones como en el ’86”, se coreó, además de alguna que otra sutil dedicatoria a los hinchas brasileños.
En las tierras de Enzo Pérez, el mediocampista que debutó ayer en el Mundial, el centro del departamento de Maipú se colmó con casi mil hinchas mendocinos. En Catamarca hubo doble festejo: el triunfo y el 331° aniversario de la fundación de la capital provincial; por eso la ciudad estuvo oficialmente vestida de celeste y blanco desde temprano, dado que por la mañana se realizaron los actos oficiales y por la tarde, tras el gol de Gonzalo Higuaín, los mismos colores se multiplicaron en plazas y calles.
La capital de San Juan volvió a vestirse de celeste y blanco cuando centenares de autos daban vuelta a la plaza 25 de Mayo en largas y ruidosas caravanas. En Santiago del Estero el panorama fue similar, y en San Luis el mal clima no impidió que los puntanos salieran a festejar el triunfo en el Paseo del Padre, en el centro de la ciudad, donde el municipio instaló dos pantallas gigantes y cinco tribunas.
El coro de “Brasil decime qué se siente…” tampoco faltó en Rosario, Santa Fe, donde la mayor concentración se realizó en el Monumento a la Bandera. Comenzaron a llegar durante el partido, y una vez que el sol apareció y mejoró el clima, los hinchas se multiplicaron.
Pese a las nevadas que se registraron, en la Patagonia tampoco faltó la alegría. La concentración que colmó el centro de Bariloche se inició alrededor de las 11 de la mañana de ayer en el “Punto de Aliento” –organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación–. Además de dos pantallas gigantes, se instaló una feria con artesanos, payasos y animadores.
Los que estuvieron complicados para poder seguir cada pase del seleccionado fueron los habitantes de Río Gallegos, en Santa Cruz, ya que distintos cortes en el servicio de energía impidieron ver el partido completo. De todas maneras, ninguno dejó de alentar a la Selección, y varios habitantes subieron a las redes sociales fotos de sus televisores apagados y de las radios en las que debieron escuchar el partido, con la consigna “Vamos Argentina”.
Cuando el árbitro dio el pitazo final, la alegría se trasladó también a las calles del mundo. Los miles de argentinos que viven en el exterior también comparten la pasión blanquiceleste.
Como en cada partido, Quilmes reúne a los fans de la selección de Sabella que se encuentran en el Reino Unido en el restaurante Porteña, en el restaurante Volver de Francia y en Manolo’s de Miami para festejar los triunfos de la celeste y blanca. Agustina Plantey dejó su Neuquén natal para vivir desde hace un poco más de un año en Bangkok, donde junto a otros argentinos compartió el grito de gol.
“El Mundial nos juntó a todos los argentinos que vivimos en Bangkok. Organizamos cada reunión por Facebook, donde se suman a alentar amigos italianos, brasileños, ecuatorianos y colombianos”, explica mientras sigue con su festejo.