El músico británico vendrá en abril de 2015 y sacó su CD producido por Pharrell Williams. Su entredicho con Cyrus.
Con sólo 23 años, el británico Ed Sheeran ya es toda una estrella. Su segundo disco, titulado X, ya superó el millón de copias y alcanzó el número uno de iTunes en 83 países simultáneamente. También batió el récord de la popular plataforma Spotify, con casi 25 millones de reproducciones en apenas una semana, una cifra que lo colocó por encima del mismísimo Eminem. Es uno de los cinco discos más vendidos de este año en los Estados Unidos y logró que todos los temas ingresaran al Top 100 en el Reino Unido, otra marca inédita. Sheeran consiguió edificar este notable éxito con un álbum que, para la prensa especializada, supera en calidad de composición y producción a su predecesor, también titulado escuetamente (se llama +). Pharrell Williams produjo un par de canciones –Sing y Runaway–, mientras que el experimentado Rick Rubin –quien trabajó con Red Hot Chili Peppers y Beastie Boys y resucitó a Johnny Cash en el glorioso final de su carrera– metió mano en Don’t. Todos los temas de Sheeran, quien vendrá a tocar a la Argentina en abril de 2015, cruzan folk con R&B y algún leve matiz hip hop, y hablan de enredos amorosos, por lo general desde la perspectiva del que queda con el corazón roto y ahoga sus penas en un bar de mala muerte. La mencionada Don’t es un buen ejemplo: a Sheeran le gusta mucho una chica, pero ella se termina acostando con un amigo muy cercano en el hotel donde están todos alojados. En diálogo con PERFIL, el joven músico, nacido en Halifax, explica, antes que ninguna otra cosa, el porqué del exótico título de su disco: “Arranqué con un signo + porque me parecía que simbolizaba bien mi búsqueda de crecimiento. Y el signo X obviamente habla de una multiplicación: más discos vendidos, más cantidad de conciertos, lugares más grandes para tocar, mejores canciones, Pharrell Williams como productor. Eso es todo”.
—¿Qué diferencias importantes hay entre los dos discos, según tu óptica?
—Compuse la mayor parte del primer disco cuando tenía 17 años. Y ahora tengo 23, así que volqué un poco más de la experiencia que fui ganando. Sonoramente, me alejé un poco de la canción folk acústica para acercarme a climas más urbanos. Estuve escuchando mucho hip hop últimamente, y eso se nota en el disco. Me interesé muchísimo en artistas como Lauryn Hill y el propio Pharrell. Sing es una canción que sintetiza el espíritu del disco. Pharrell logró que tuviera mucha onda. Siempre admiré su trabajo con N.E.R.D., así como siempre seguí de cerca la carrera de Justin Timberlake. Sing es el primero de mis temas que puede sonar perfectamente en una discoteca.
—¿Cambiaste en algo después del éxito de tus discos?
—Creo que ahora soy más ambicioso. No tenía ninguna expectativa particular cuando grabé el primer disco, en cambio ahora tengo sueños, deseos y ambiciones con el desarrollo de mi carrera. También estoy aprendiendo a manejarme con el asunto de la fama. Intento que no me afecte. Cuando tenés tu séquito, tus guardaespaldas, te sentís una víctima de la fama. Y no es eso lo que quiero. Voy a todas partes por mi cuenta, me gusta recorrer lugares solo. Todavía puedo viajar en autobús o en metro. Me reconocen, pero no necesariamente se acercan. Veremos qué pasa más adelante. A veces, la gente responde justamente a ese despliegue que generan los famosos a su alrededor. Si aparecés en un lugar con diecisiete camionetas y cuatro guardaespaldas, llamás poderosamente la atención. No es mi estilo.
“Miley tiene una voz increible”
Ed Sheeran ha conquistado el mercado de Estados Unidos, y le ha ido muy bien en países como Dinamarca, Irlanda y Nueva Zelanda, por citar algunos. Para él, las razones de ese suceso tienen que ver con una larga tradición: “La música inglesa siempre fue muy importante en los Estados Unidos, no es ningún descubrimiento. Nuestro acento, tan diferente al de los americanos, es una ventaja. Esto viene sucediendo desde los 60. Después, hay que tener buenas canciones para respaldarlo, obviamente”, opina. Pero no son sólo rosas las que provienen de allí. También hubo algún insulto de la inefable Miley Cyrus. Las cámaras de televisión registraron a Cyrus murmurando la palabra “tonto” cuando Sheeran pasó cerca de ella en la entrega de los premios MTV VMA. Sheeran, quien había calificado a Cyrus de “stripper” luego de los MTV del año pasado, ahora le restó importancia al tema: “No sé por qué alguien esperaría que Miley Cyrus y yo fuésemos a darnos la mano. No nos conocemos. La considero una artista maravillosa, con una voz increíble”.