El conductor regresó con ShowMatch luego de un 2013 sabático
Marcelo Tinelli volvió a la pantalla de El Trece, con una impresionante apertura y varios “palitos” por lo que pasó durante el 2013.
Luego de un show espectacular con cerca de 500 artistas, a las 23.06 el conductor lanzó su clásico “¡Buenas noches América!” y abrió una nueva temporada de ShowMatch. Y antes que nada, le dedicó algunas palabras al obligado año sabático que se tomó.
“Han pasado muchas cosas en este año y medio”, arrancó. “Yo le quiero pedir a Hoppe un año tranquilo, no quiero nada de política en el programa”, bromeó enseguida, y lanzó un monólogo con mucha ironía.
“Todo esto que están diciendo que aparece tal o cual, la señora, el señor, no quiero. No quiero que aparezcan las cartas documento, ir a Tribunales, denuncias penales, por estas cosas que hacen los pavotes de Chato y Fede. Ellos me meten en líos. Yo creo que este año van a caer denuncias de todo tipo”, manifestó.
Luego, agradeció a los artistas que pasaron por la apertura, y a todos los responsables de la parte técnica, y destacó que el estudio tiene “pantallas traidas de China, de Italia, de Checoslovaquia, y los más íncreible es que están dentro del país, las hicimos pasar”, bromeó.
Enseguida, volvió a su recuento del año que pasó, bromeó con su visita al Papa Francisco, y se detuvo en su fugaz paso por el Fútbol para Todos.
“Disfruté mucho el año 2013, se peleaban todos los canales por mí (no me llamó nadie). En Telefe divinos, me recibieron con los brazos abiertos, un día fui y me dijeron ‘no está más el canal acá’. Pensé ‘¿me llamarán, me mandarán un mensaje de texto, un WhatsApp?’ pero no llegaba ningún mensaje. Me dediqué a viajar el año pasado, pero tuvimos algunos problemas con los dólares… entre Guille y yo somos como doce, y nos dieron 30 dólares para todos, nos fuimos con eso cinco días a Punta Cana”, bromeó.
“En enero me cambió la vida, porque me llamó Capitanich, me dijo ‘soy Coqui, venite que te necesito’. Yo fui, a una casa medio de color rosada, me hizo ir un montón de veces, con 72 grados, él me decía ‘profesor’ de acá, ‘profesor’ de allá, ‘traeme un logo que vos sos un genio’, pero parece que para hacer un logo me falta…”, ironizó.
“Igual cómo vas a hacer un logo parecido a una línea aérea… y así como el Chueco no me atendió más, el que me decía ‘profesor’ tampoco“, observó.
“Después me enteré que la libertad era para sugerir, me fui quedando afuera, y me quedé con el logo, con la carpetita, con las ideas…”, recordó.
“Pero igual, tranquilo, este año no quiero politizar el programa, quiero achicar la brecha, quiero la unión entre todos los argentinos, no quiero que el Gran Bailando represente un problema“, resaltó.
“Lo único que les pido es que no me metan en problemas, no quiero que me hagan como De la Rúa, que un día me dijo ‘por culpa tuya me echaron’, él que fue un gran presidente, capaz nosotros, con una imitación tapamos la gran capacidad que tenía como presidente”, disparó.
“No quiero que parezca que porque uno diga ‘alika alikate’ gana por mí, con la capacidad enorme que tienen los políticos”, “chicaneó”.
Y le habló a Hoppe, su productor ejecutivo: “Quiero que chequeen lo que van a hacer, porque esto es una cuestión de estado. Quiero un año en paz, no quiero politizar. Quiero estar relajado“, insistió.
Para cerrar, le dedicó algunas tiernas palabras a su familia. “Le quiero mandar un beso enorme a Guillermina, decirle que la amo muchísimo, estoy muy feliz, orgulloso del bebé que tenemos. Ser padre a cierta edad te cambia la vida, para bien. Es un regalo de Dios que quiero agradecer muchísimo. Quiero agradecer también a mis cuatro hijos que tienen un amor increíble por Lorenzo”, finalizó, antes de dar paso a la parodia de The Hangover que preparó junto a Adrián Suar, Benjamín Vicuña y Pablo Codevilla.