El Gasolero, que jugó más de una hora con un hombre menos, consiguió el triunfo en tiempo de descuento. Alegría en su regreso a Primera tras 27 años.
Temperley ofreció el corazón en su regreso a la Primera División de la AFA, resistió con máximo esfuerzo con diez jugadores durante una hora y hasta se dio el gustazo de imponerse en el epílogo 1-0 ante Banfield en el Estadio Florencio Sola.
El gol en el tiempo adicionado lo aportó Juan Dinenno, al ejecutar un tiro libre desde el borde del área grande y clavar la pelota abajo y a la izquierda del arquero Enrique Bologna.
Hasta ese contraataque aislado que le dio la chance de la ejecución a los Celestes, para el ordenado y solidario equipo de Ricardo Rezza el 0-0 ya era un premio, porque el esfuerzo fue mayúsculo, las demostraciones de compromiso enormes y generalizadas y el guardavalla Federico Crivelli la figura sobresaliente de la noche.
Es que el visitante había sufrido la expulsión de su emblemático capitán Gastón Aguirre, a los 27 minutos del primer período, debido a que lo desbordó su pasión y fue peligrosamente a luchar por la pelota con los pies hacia adelante, lo que derivó en la inobjetable decisión de Silvio Trucco de mostrarle la tarjeta roja.
Por lo tanto, Temperley, que había privilegiado desde un principio proteger su valla, ante la inferioridad numérica se agrupó sin la menor duda con convicción y concentración, pero fue Crivelli quien salió como garante de todos sus compañeros.
Banfield atacó sin otorgar tregua, pero Crivelli y los suyos resistieron.
Pero el final de la historia fue todavía más soprendente, porque Dinenno dispuso de ese tiro libre inesperado y logró el gol de la victoria tan transpirada.
A Temperley en los últimos instantes le echaron también a Adrián Arregui, pero el triunfo fue celeste, costoso, pero celeste.
Fuente: DyN