Horacio Rafael Benítez, de 42 años, fue detenido el viernes y formalmente imputado por el delito de femicidio tras un allanamiento realizado en Concordia, en el marco de la búsqueda de Luisina Leoncino.
Benítez, es la única persona imputada por la desaparición de la joven, de la cual no se tienen datos, a partir del 10 de julio.
Los caminos de la investigación indican que se estaría -lamentablemente- ante un crimen, por lo cual la conmoción crece entre los allegados. Es que Luisina es hermana de Valeria, quien fue víctima de un femicidio a principios de marzo de este año.
En las últimas horas, el fiscal José Costa confirmó la peor perspectiva sobre el paradero de Luisina. “Hubo una serie de movimientos sospechosos por parte de esta persona (Benítez), que nos llevaron a considerar la hipótesis de que lamentablemente, de alguna manera, Luisina falleció y el sujeto descartó el cuerpo”, sostuvo el funcionario judicial.
El femicidio de Valeria
En el caso de Valeria, el autor del femicidio fue un “compañero de trabajo” obsesionado con ella, que le disparó tres tiros en la puerta de su casa. Luego, Carlos Passarella, se quitó la vida con esa misma arma a bordo del auto que utilizó para escapar de la escena del crimen.
Ella trabajaba en un local de ropa que quedaba frente a una tapicería, de la que él era el dueño. Passarella se acercó a ella, se hicieron amigos y cuando se ganó la confianza de su círculo íntimo le confesó que estaba perdidamente enamorado. Valeria le aclaró: “O somos amigos o no somos nada”. Esto desató la ira y los celos del agresor, que decidió matarla para que no estuviese con nadie.
La pesadilla de Valeria comenzó en 2022 con varios hechos aislados, que no parecían tener conexión entre sí, hasta que la joven empezó a atar cabos y todas las sospechas condujeron a “Charly”, el apodo del femicida.
En octubre de ese año, la habían despedido de la dietética donde trabajada sin motivo, la indemnizaron y Carlos le ofreció trabajo para, supuestamente, controlarla. Luego, con el pasar del tiempo, se enteró que la causa del despido había sido un perfil falso de Instagram de Valeria, que supuestamente había sido creado por él y donde publicaba fotos íntimas de ella.
La descripción de la cuenta decía que era una cuenta secundaria de Valeria Leoncino, se autodefinía como una ‘nena muy atrevida’ y detallaba que trabajaba en una dietética. Eso habría llevado a los dueños a tomar esa drástica determinación.
Con el tiempo, Valeria le dijo que lo quería fuera de su vida, de su entorno de amigos y de su familia.
Desesperado porque había perdido todo tipo de contacto con ella, Passarella se presentó en la puerta del edificio donde vivía el lunes 6 de marzo de 2023. “Le dijo que quería que le devolviera las herramientas y las cosas que le había prestado. Él quería subir al departamento, pero Valeria no lo dejó porque estaba aterrada”, relató su amiga Daiana en diálogo con este medio.
Pero hubo un momento en que él se puso violento y mantuvo un forcejeo con ella. Ingresó al hall y le dijo a Valeria ‘mira, mira’. Sacó el arma del bolsillo, le disparó tres veces y se dio a la fuga a bordo de su auto. Manejo dos cuadras y se quitó la vida con la misma arma que había acribillado a Valeria. El arma 9 milímetros, la cual estaba registrada a su nombre. La bala que le quitó la vida estaba incrustada en el apoyacabeza, había atravesado su cráneo. Dentro del vehículo, además, la Policía provincial halló una caja con 50 cartuchos, gas pimienta, sogas y una carta.
El escrito decía que él se había “cansado del boludeo, que no daba más y que cualquier queja o agradecimiento se tenían que dirigir a su tumba porque se iba a suicidar”, contó Daiana.