El Leeds United de Marcelo Bielsa hizo historia y ascendió a la Premier League tras 16 temporadas de naufragio en Championship y League One. Ayer, como si fuera poco, aprovechó la derrota de Brentford y se coronó campeón.
Leeds, una ciudad de casi 800 mil habitantes ubicada en Yorkshire del Oeste, en el sur de Inglaterra, vive y respira al pulso del United. Al observar cualquier partido del equipo del Loco durante las dos temporadas que lleva allí se verá el estadio colmado, y no sólo en Elland Road, su casa, sino cuando le toca ir de visitante. Ir de turista a Leeds y querer presenciar un encuentro de visitante es tarea casi imposible porque las localidades están todas agotadas de antemano.
La pasión de los fanáticos, en situaciones normales, es absoluta. Bielsa, incluso públicamente, valoró el calor de la hinchada. No hace falta imaginarse cómo se potencia todo con un ascenso después de tanto sufrimiento.
Leeds dominó el campeonato de punta a punta, dejando registros estadísticos más que imponentes. Bielsa, por su parte, además de dirigir, se transformó en una especie de figura de culto para los hinchas. Incluso antes de la coronación le dedicaron banderas, canciones, pintadas y todo tipo de demostraciones de afecto.
Cuando baje un poco el jolgorio, las miradas estarán centradas en lo que será el tema del momento: ¿seguirá Bielsa y dirigirá en la Premier? Todo parece indicar que los hinchas seguirán delirando por el Loco.