Después de 24 años, la diva regresa al teatro.
A punto de estrenar “Piel de Judas” y de volver al teatro, Susana Giménez se refirió a la realidad del país y a la emoción por su esperado regreso a las tablas.
En diálogo con Clarín, la diva señaló que no puede dormir esperando el debut, y que considera este regreso al Lola Membrives luego de 24 años es un desafío.
“Mi miedo es que a la gente no le guste lo que uno hace. Necesitan reírse en un año político y triste. Quiero alegrarles la vida”, indicó Susana, y aseguró que estos días “no puedo dormir bien, me despierto, doy vueltas, tengo frío, tengo calor”.
“Sueño lo que he soñado mil veces… Con el teatro, que estoy ahí y no sé la letra. Te juro. O que llego a un teatro de revistas y están todos los bailarines y yo digo ¿pero cómo es la coreografía? ¡No la sé!”, relató.
“Estoy nerviosa, para qué te voy a mentir. Es una gran responsabilidad todo esto que se ha armado. Yo me siento responsable y tengo miedo. Que algo salga mal, que me olvide de la letra, que me vaya por otro lado. Cosas que con los ensayos se te van”, agregó.
Sobre “Piel de Judas”, Susana apunta que la eligió porque “me divirtió. El personaje es para mí. Perfecto. ‘La mujer del año’ me encantaría otra vez, pero es más complicado, musical, con orquesta. A Gustavo Yankelevich le encantó y dijo ‘¡Es para vos!’. Él sabe, todo lo que me ha recomendado lo he hecho y ha tenido razón. Un productor increíble”.
Asimismo, la conductora observó que no vuelve por “hambre de aplauso”. “Un artista es así. Quiero devolverle a la gente todo el amor que me dio durante años. Ahí se lo puedo mostrar personalmente. Esto es como cortarse el pelo. Renueva. Es un challenge. Es bueno un desafío, el programa después de años lo hacía de taquito. Salgo a probarme otra vez, pero en lugar de tener una cámara y dirigirme a millones, me dirijo a mil y veo reacciones. Toda la gente que me escribe y me sigue en tantos años y no me vio de cerca. Me tengo que mostrar. Tienen que llegar a mí. ¡Para que vean que flaquita soy, que la tele engorda!“, comenta, entre risas.
Por otro lado, Susana adelantó que en unos meses, tras las elecciones “imagino un cambio rotundo. Tengo esperanza. Pero no quiero meterme en eso. Estoy muy enojada y no quiero hablar de política”.
Por último, se refirió a la muerte del fiscal Alberto Nisman, y explicó que “yo puse lo que pensaba en Twitter. Para mí no se suicidó. Es tan raro todo lo que pasa. Pero para mí es facilísimo hablar porque estoy acá sentada. Cada vez se encajeta más todo. Desgraciadamente nunca se va a saber qué pasó. Eso sí, el tipo va a ser un héroe siempre. Destapó una sensación de patria. Pero no quiero hablar más”.