En la muestra se presentaron trabajos realizados en sus talleres de formación y orientación, como así también videos sobre la tarea en el servicio de educación temprana.
La Escuela de Educación Integral Surco de Esperanza realizó ayer una feria en donde expuso sus distintos talleres y el trabajo que viene llevando adelante la institución, dentro del marco de los festejos por su 50º aniversario. En la muestra se presentaron trabajos realizados en sus talleres de formación y orientación, como así también videos sobre la tarea en el servicio de educación temprana en donde se hace un abordaje integral del desarrollo del niño a partir de los 45 días hasta los 4 años. La directora suplente de la escuela, Analía Perotti, comentó: «Surco de Esperanza abrió sus puertas el 5 de noviembre de 1964, con la voluntad de los padres que deseaban buscar dar respuesta a sus hijos con discapacidad.
Hoy continuamos con ese contrato fundacional, queremos hacer vivo el presente para dejar un camino abierto para todos nuestros alumnos porque nuestro gran deseo es que puedan estar incluidos en la sociedad». En la actualidad, la escuela cuenta con un equipo de 44 docentes y con un plantel de 110 alumnos de distintas edades, entre lo que es la parte de educación primaria formal y los distintos talleres. Por un lado, los talleres de formación laboral consisten en vivero, huerta, dulces y conservas y carpintería, en donde asisten jóvenes a partir de los 14 años y que también incluye la posibilidad de hacer pasantías. «Estos talleres de orientación apuntan a ofrecer las herramientas para que puedan elegir algún oficio y así poder trabajar en el día de mañana», indicó Perotti. El Tobar García también ofrece talleres de psicomotricidad, de alfabetización en clave de múltiples lenguajes, de orientación vocacional ocupacional y de inclusión socio educativa.
Asimismo, el servicio de estimulación temprana atiende alrededor de 150 niños en el transcurso del año. «Estamos con un nuevo paradigma social que toma a la discapacidad desde otro lugar, donde abandonamos viejos esquemas en donde lo primero que veíamos era la discapacidad, era ver la etiqueta en el sujeto. Hoy nos corremos de ese lugar y vemos a la persona que, si bien tiene esa discapacidad, lo abordamos desde que hay otro allí al cual debemos despertar ese deseo por aprender, vemos sus capacidades potenciándolas. Todos tenemos derecho a aprender, a estar incluidos, a ser educados. Todos podemos aprender en distinto tiempo, momento o espacio», aseguró la directora de Surco de Esperanza.