Personal policial investiga dos casos ocurridos en departamento Colón. En ambos casos, los delincuentes, engañaron a las víctimas con “el cambio de billetes en el banco”.
Pese a las campañas de concientización y los casos que salen a la luz, las estafas telefónicas siguen a la orden del día. En lo que va del mes de abril, hubo dos casos similares de engaños perpetrados en la ciudad de Villa Elisa (departamento Colón), en los cuales se reiteran ardides que tienen a los adultos mayores como víctimas.
“Los estafadores hacen muchos llamados a teléfonos fijos, que en gran medida son los que tienen las personas mayores y, con el buen dialecto que manejan, las hacen caer en la trampa, haciéndose pasar por algún familiar”, sostuvo el jefe de la dependencia policial local, Andrés Videla, al ser consultado.
Ambos casos están siendo investigados, en base a las descripciones físicas aportadas por las víctimas y los registros de cámaras de seguridad de las zonas donde se produjeron las estafas, ya sea del sistema público o cedidos por particulares.
“Son delitos muy complejos, por lo cual hay que hacer un trabajo muy minucioso con las líneas telefónicas y de relevamiento de imágenes”, explicó el funcionario policial.
A través de un llamado al teléfono fijo, una persona, que decía ser hijo suyo, le indicó que preparara el dinero que tenía en la casa, para que un amigo de confianza, lo pasara a retirar para llevarlo a un banco, donde estaba realizando un trámite.
Minutos después, un hombre se presentó en su domicilio de Avenida Libertad al 1200 y, amablemente, la saludó con un beso, anunciándole que venía a retirar el dinero para su hijo.
En ese simple trámite, los estafadores se hicieron de 3 mil dólares estadounidenses y 90 mil pesos argentinos.
A principio de mes, un matrimonio, ella de 78, él de 76 años, había sido víctima de un engaño prácticamente calcado al anterior.
Mediante un llamado telefónico a la línea fija, un hombre se hizo pasar por un hijo consultando si aún tenían dinero en su poder y, ante una respuesta afirmativa, les avisaba que un contador de su confianza pasaría a retirarlo para cambiarlo.
En este caso, la mujer en un momento duda que se trate de su hijo al desconocerle el tono de voz, no obstante, el delincuente logra convencerla de que se encontraba con dolor de garganta.
Así fue que, al cabo de unos minutos, un hombre se hizo presente en la vivienda de calle Gutiérrez al 1100, donde crédulamente, lo esperaban con un sobre que contenía 4 mil dólares y 160 mil pesos. Fuente El Entre Ríos