San Sulpicio Severo, obispo. El santo obispo de Bourges, Francia, fue confundido con el escritor Sulpicio Severo, por lo que se lo conoce con el apodo de «Severo». Fue elegido primeramente obispo de Tours el año 584, en vez de otros candidatos simoníacos y luego fue trasladado a la sede de Bourges. Durante su gobierno pastora convocó un concilio provincial en Auvernia y luego tomó parte en el Concilio de Macon, el año 585. No se conocen más datos de este santo obispo, que murió el año 591. Beata Villana de Bottis.
Nació en Florencia en 1332. Siendo casada se entregó a una vida disipada y licenciosa, hasta que un día decidió cambiar. Se arrepintió de sus pecados y entró en la Tercera Orden de Santo Domingo. Sin dejar de cumplir sus deberes de esposa, encontraba tiempo para la oración, la lectura espiritual y la ayuda a los pobres. Murió en 1361. Su culto fue confirmado por León XII en 1824. Beata Boleslava María Lament, virgen, quien en un difícil período de cambos políticos, fundó la Congregación de Religiosas Misioneras de la Sagrada Familia, para fomentar la unión de los cristianos, ayudar a los marginados y educar cristianamente a los jóvenes. Murió en 1946.