San Pío de Pietrelcina, presbítero
Francisco Forgione, nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, Benevento, Italia. A los 16 años, ingresó en los Capuchinos en Monrone, donde vistió el hábito franciscano y adoptó el nombre de Pío. El 10 de agosto de 1910 fue ordenado sacerdote. El 28 de julio de 1916 pasó a San Giovanni Rotondo, donde salvo breves interrupciones permaneció hasta su muerte, el 23 de setiembre de 1968. El 20 de setiembre de 1918, rezando ante un Crucifijo, recibió el don de los estigmas, que permanecieron abiertos, frescos y sanguinolentos por medio siglo. Durante su vida se dedicó a su ministerio sacerdotal, en modo particular la confesión, fundó los Grupos de Oración y un hospital, «Casa de Alivio del Sufrimiento».
El 16 de junio de 2002, ante una multitud que desbordó la plaza de San Pedro, Juan Pablo II lo proclamó Santo. San Lino, papa. Fue el primer sucesor de San Pedro en la sede de Roma. Nació en Toscana, Italia, y fue convertido a la nueva fe por Pedro. Gobernó la Iglesia durante once años, al cabo de los cuales murió en el año 76. Algunas fuentes afirman que fue decapitado pero no hay constancia plena de ello. Fue sepultado junto a San Pedro. Es el autor del «Martirio de San Pedro y San Pablo» y de las «Disputas del Apóstol con Simón el Mago», aunque éstas, según San Roberto Belarmino, han sido adulteradas por herejes en siglos posteriores.