Hoy, fiesta de San Lucas, se lee una carta de San Pablo (2 Timoteo 4,10-17b) donde el apóstol escribe que «solamente Lucas se ha quedado conmigo»; y el evangelio de San Lucas (10,1-9) en el pasaje donde Jesús dice: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos». ´
San Lucas, evangelista Discípulo de San Pablo, a quien acompañó en algunos de sus viajes, es autor del tercer evangelio. Nació en Antioquía de Siria. Era de profesión médico y un helenista muy culto. Como gentil que era, es decir, no judío, Lucas se dirige en su evangelio a los paganos para mostrarles que la salvación la trajo Jesús para todos los hombres, sin exclusión.
Es universalista y por eso su evangelio contiene episodios de la vida de Jesús muy consoladores como el de la mujer adúltera, la parábola del hijo pródigo, amén de otros rasgos peculiares de su profesión médica, como la del sudor de sangre de Jesús. Escribió también «Los Hechos de los Apóstoles», un relato de los primeros años de la Iglesia, especialmente de las misiones de San Pablo. Se le atribuye el primer retrato de la Santísima Virgen, a la que conoció en Efeso.
Murió en Acaya en el año 86. San Pedro de Alcántara Pedro Garradita nació en Alcántara, en Extremadura, España, en 1499. Su padre era gobernador del lugar pero Pedro decidió ingresar en la orden franciscana y dedicarse a la penitencia más estricta. Siendo superior del convento de Lapa escribió un libro sobre la oración, verdadera obra maestra traducida a las principales lenguas europeas.
Hacia 1556 fundó la rama franciscana conocida con el nombre de la Estricta Observancia de San Pedro de Alcántara. Ayudó a Santa Teresa en la fundación de la primera casa de carmelitas reformadas. Murió en el convento de Arencas, el 18 de octubre de 1562 y fue canonizado en 1669.