San Félix de Nola, mártir Nació en Nola (Italia) hacia fines del siglo II. Siendo vicario del obispo Máximo, durante la persecución del emperador Decio sufrió grandes tormentos, pero logró sobrevivir a todos ellos, por lo que se lo considera mártir, aun sin haber muerto como tal. Murió el 14 de enero del año 256. Su sepulcro, en Nola, fue célebre por los muchos milagros obrados por él. Y llegó a ser, después de Roma, el segundo centro de las numerosas peregrinaciones que caracterizan al siglo IV.
San Fulgencio, obispo Hermano de otros tres santos: Isidoro de Sevilla, Leandro y Florentina, Fulgencio nació en Sevilla cuando estalló la guerra entre el rey visigodo Leovigildo, que era arriano, y su hijo Hermenegildo, católico, refugiado en Sevilla. La ciudad fue saqueada y los católicos, entre los cuales Fulgencio, marcharon al destierro. Al subir al trono el rey Recaredo, e instaurar la unidad católica de España, Fulgencio fue nombrado obispo de Ecija. Santo y sabio pastor de la Iglesia escribió libros contra el arrianismo. Murió el año 619.