Domingo 19º del año
» Allí donde tengan su tesoro, tendrán también el corazón » (Lc. 3248)
Continuando con el mensaje del Evangelio del domingo pasado, Jesús vuelve a insistir en no apegarnos ni acumular bienes terrenales, sino acumular tesoros en el cielo, donde no hay polillas ni ladrones que nos lo puedan quitar. El único tesoro que nos quedará para siempre, y nos lo llevaremos al cielo, es lo que hayamos dado a los necesitados, como limosna: esa será nuestra riqueza eterna. Como nuestra vida aquí no es eterna, y no sabemos cuándo tendremos que dar el paso a la otra, la única manera de estar tranquilos y serenos, es «estar preparados, porque el Señor nos llamará a la hora menos pensada». Si vivimos en tiempos y zonas de «inseguridad», estamos atentos para que no nos sorpendan los ladrones; si somos empresarios, estamos muy atentos para que no se nos escapen las oportunidades; si tenemos un negocio, tenemos las cuentas al día, porque llegará la inspección en el momento menos pensado…
Y consideramos tonto o irresponsable al que no obra así. En cambio, tratándose del asunto más importante del que nos tendríamos que preocupar, que es llegar a la meta de nuestra vida, la felicidad eterna, muchos son los que no lo tienen en cuenta, cierran los ojos, lo «patean para más adelante», como si nunca les llegara el momento de su fin. Y sin embargo, la única cosa futura de la que estamos humanamente seguros, es la de nuestro fin, nuestra muerte. pero no sabemos el momento ni la hora. La verdadera sabiduría es estar siempre preparados, entonces no solo en el momento de nuestra muerte estaremos en paz, sino toda nuestra vida la pasaremos serenamente, sin sobresaltos, sin sustos, sin el interrogante de lo que nos llevaremos, porque tenemos preparada nuestra mochila. El año de la Fe nos abra más los ojos del corazón y de la sabiduría, para vivir siempre prevenidos, con la seguridad de que allí nos espera nuestro Padre misericordioso, con los brazos abiertos para abrazarnos por toda la eternidad. Bendiciones. Parroquia Santa Teresita.