Sociedad 10/11/13

DIOS ES VIDA

Domingo 32º del año «Dios es un Dios de vivientes… » (Lc 20, 27-38) Entre los Judíos había dos facciones o posturas en cuanto a la interpretación de la Sgda. Escritura. Los fariseos, y los saduceos. Éstos últimos no aceptaban que la resurrección de los muertos fuera una realidad futura, y por eso le plantearon a Jesús un caso «sin solución» para ellos, basado en la ley del Levirato, que Moisés les había dado. Jesús les respondió claramente, haciéndoles ver que en la «vida futura» ya no existen las leyes y situaciones actuales, propias del tiempo y del espacio de la vida terrena.

Se trata de una vida distinta, semejante a los ángeles, seres espirituales, libres de los vínculos materiales; una vida compartida con Dios mismo, como sus hijos. La vida futura es una vida plena. La vida es propia de un ser vivo, y éste sigue siendo él mismo mientras siga viviendo, aunque cambien las circunstancias, incluso si la vida se transforma, la persona sigue viviendo. La resurrección es eso: nuestra vida terrena termina, pero «no se acaba la vida, sino que se transforma» y seremos nosotros mismos los que seguiremos viviendo transformados, es decir: resucitados. «Dios es un Dios de vivientes, y no de muertos». «Dios es vida» y nos ha creado para vivir, y como aquí no hallamos la vida plena, por las limitaciones materiales, necesitamos transformarnos para gozar de la vida eterna, participando para siempre de la Vida de Dios, como hijos suyos.

La muerte al término de esta vida, es el paso necesario para la otra. Esa es la resurrección de los muertos, cuya garantía la tenemos en la misma Resurrección de Jesús, que nos demostró no ya su «posibilidad», sino su realidad. Qué destino tan infinito tenemos, la «Vida eterna». Solo lo comprenderemos a la luz de un Dios que nos ama infinitamente, y Dios es Amor. Esta es nuestra Fe. Creemos en un Dios que es Amor, un Dios que es Vida, un Dios que es nuestro Padre. En el Año de la Fe, manifestémosla «viviendo como resucitados», para «ser dignos de la vida eterna».

De corazón les deseamos la bendición para la vida plena. Parroquia Santa Teresita.