Sociedad 01/03/14

SANTORAL

San Félix III, papa Durante su pontificado depuso a Pedro Mongo, patriarca herético de Alejandría y excomulgó a Acacio, patriarca de Constantinopla, quien se rebeló, dando lugar al primer cisma bizantino que duró 35 años. El pontificado de San Félix se vio nublado por la invasión de Teodorico y sus ostrogodos, que dio fin al efímero reino de los hérulos y de su rey Odoacro. San Félix murió en Roma en el año 492. San Albino, obispo. La gran popularidad de San Albino en Francia, donde es titular de muchas parroquias, se debe más a los milagros que se le atribuyen después de su muerte, que a su propia vida. Nacido en Bretaña, se hizo monje desde muy joven y a los 35 años fue elegido abad.

 

Sus grandes virtudes hicieron que fuera designado obispo de Angers, sede en la que demostró ser un hábil e inteligente pastor. Murió en el año 550. San Rosendo, obispo Nacido en Asturias, su campo de apostolado fue Galicia. Fundó el monasterio de Celanova, del que salieron los monjes que sostenían a los soldados que reconquistaban la patria a las órdenes del rey Sancho. Siendo obispo de Compostela, rechazó a los vikingos que arrasaban las costas y rías gallegas. Finalmente renunció al obispado y se retiró al monasterio de Celanova, donde murió en el año 997.