Sociedad 09/01/14

LITURGIA

Hoy, decimoquinto día después de Navidad, se lee una carta de San Juan (1 Juan 4,11-18) en la que el apóstol dice que «si Dios nos amó, debemos también amarnos unos a otros»; y el evangelio de San Marcos (6,45-52) en el pasaje donde se narra cuando Jesús caminó sobre las aguas del lago de Genesaret: «Tranquilícense -les dijo a los apóstoles-, soy yo, no teman». Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó.

SANTORAL

San Adrián, abad Nacido en Africa, se trasladó de muy joven a Nápoles, donde llegó a ser abad de Nérida. Por su ciencia y su virtud el papa San Vitaliano lo envió a instruir a la nación inglesa. San Teodoro lo nombró abad del monasterio de San Pedro y San Pablo de Canterbury. San Adrián ilustró al país con su doctrina y el ejemplo de su vida, durante treinta y nueve años.

Murió el 9 de enero de 710. Santas Agata Yi Sosa, virgen, cuyos padres murieron también mártires, y Teresa Kim, viuda, que sufrieron el martirio el 9 de enero de 1840 en Seúl, Corea. Oriundas de ese país, fueron miembros activos de su comunidad cristiana. En 1984 Juan Pablo II confirmó sus heroicas virtudes y las declaró santas. Sus restos reposan en la cripta de la catedral de Seúl.