Hoy, jueves de la décima octava semana durante el año, se lee el libro de los Números (20,1-13) donde Moisés, en nombre de Dios, golpea la roca y de ella brota agua; y el evangelio de San Mateo (16,13-23) donde se relata el episodio en el que Jesús le dice a Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Santo Domingo, fundador De la noble familia de los Guzmanes de Castilla, Domingo nació el año 1170, en Caleruega, pequeño pueblo de Castilla la Vieja (España). Después de hacer brillantes estudios en la Universidad de Palencia tomó el hábito de canónigo regular de Osma. En su viaje a Roma, al ver los estragos que hacía en Francia la herejía de los albigenses, se quedó para predicar y defender la verdad; con ese mismo fin fundó la Orden de los Predicadores, que tantas lumbreras de ciencia y de santidad había de dar a la Iglesia. Después de haber fundado numerosos conventos, e ilustrado a la Iglesia con sus heroicas virtudes, a la edad de 51 años murió en Bolonia el 6 de agosto de 1221. Trece años después el papa Gregorio IX en 1234 lo proclamó santo.
San Severo Era un sacerdote que vivió en el siglo V. Un día, ansioso por predicar el Evangelio a los paganos decidió emprender una larguísima y fatigosa peregrinación desde la lejana India hasta la ciudad de Vienne, en Francia, donde con su palabra y con algunos hechos milagrosos convirtió a la fe de Cristo a una gran multitud de paganos. Murió en fecha ignorada en la misma ciudad francesa.