Hoy, décimo tercer día después de Navidad, se lee una carta de San Juan (1 Juan 3,22 – 4,6) en la que el apóstol dice que el mandamiento de Jesús es que «creamos en su nombre y nos amemos los unos a los otros»; y el evangelio de San Mateo (4,12-17.2325) donde se relata la predicación de Jesús en Galilea «enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente».
San Raimundo de Peñafort Nació en Cataluña el año 1175. Después de haber sido profesor de Derecho de la Universidad de Bolonia, y arcediano en la catedral de Barcelona, a los 45 años de edad dejó todo lo que tenía, e ingresó en la Orden de Santo Domingo, de la que llegó a ser el tercer sucesor de Santo Domingo de Guzmán. Gregorio IX lo llamó a Roma y lo hizo su confesor. Al mismo tiempo le encargó la «Suma de los Casos de Conciencia» o «Colección de las Decretales», por los que se ha gobernado la Iglesia durante siglos. Las cortes de Lérida le encargaron la educación y enseñanza del rey don Jaime I de Aragón, de quien también fue confesor.
Murió a la edad de 100 años el 6 de enero de 1275 San Luciano, mártir Nació en Samosata de Siria, y se distinguió en la filosofía. Hizo una traducción revisada y prolija de las Sagradas Escrituras, sobre la que luego se apoyó San Jerónimo para su famosa «Vulgata». Cuando se decretó la persecución a los cristianos, en tiempos del emperador Diocleciano, fue encarcelado y permaneció en prisión durante nueve años. Finalmente fue decapitado y murió gritando «soy cristiano» el año 312.