San Moisés, profeta. Nacido en la tribu de Leví hacia la mitad del siglo XV antes de Cristo, y salvado de morir, en una cesta de mimbre puesta en la ribera del río Nilo, fue el gran profeta, guerrero, legislador y libertador, el gran líder del pueblo elegido por Dios. Después de conducir a su pueblo por espacio de 40 años en el desierto de Sinaí, donde recibió de Dios los Diez Mandamientos, murió en el monte Nebo, en territorio de los moabitas (hoy Arabia) el año 1585 antes de Cristo, ante la vista de la Tierra Prometida a la que no pudo entrar. Santa Rosalía de Palermo, virgen. Nació el año 1130 en el seno de una familia importante, donde recibió una educación muy esmerada, como convenía a su alcurnia. Rechazó varios casamientos que se le propusieron y decidió consagrarse a Cristo, lo que hizo llevando vida solitaria, de penitencia y oración, en el monte Pellegrino, a tres millas de Palermo, donde vivió más de 20 años. Murió en 1164.