Sir Brian y Carlitos

Sir Brian y Carlitos El paralelismo entre uno de los técnico más brillante y polémico del fútbol inglés y el más ganador de Argentina. Sir Brian y Carlitos

“El fútbol es así, no hay punto medio en este juego” Brian Clough, entrenador de fútbol inglés, bicampeón de Europa con el Notthingam Forest.

Brian Clough fue el más polémico y uno de los más brillantes entrenadores del fútbol inglés. Engreído como pocos, logró lo que nadie ha conseguido hasta el momento: ganar de manera consecutiva la Champions League (79 y 80). Se mantuvo en la dirección del Notthingam Forest por 18 años, teniendo momentos muy buenos y de los otros. Nunca dirigió la selección inglesa, pese a ser el mejor del momento, por discrepar con los que manejaban la federación. Cuando dejó el club, en 1993, el equipo había caído a la Segunda División y eran notorias las consecuencias que le acarreaba su adicción al alcohol. Pero al hincha poco le importaba y seguía venerándolo.

Carlos Bianchi, ha sido uno de los entrenadores más emblemáticos de la Argentina de la década del 90 y comienzos del siglo XXI. Antes de “disfrutar de una hermosa siesta” fue campeón del mundo con Vélez Sarsfield y dos veces con Boca Juniors. El descanso concluyó, exactamente, hace doce meses, cuando los caminos del xeneize y del Virrey volvieron a cruzarse. Para Bianchi, “este año de Boca ha sido mediocre, quedamos en deuda” y no hay mucho para objetar a esa visión: el primer semestre de Boca fue un bochorno de apenas 18 puntos, donde se salvó, por poco, de la vergüenza de terminar último (como atenuante está la participación en la Libertadores) y en el segundo torneo mejoró en lo numérico (29p) pero fue muy irregular en el juego y flaqueó en los momentos importantes, cuando tenía que calzarse la chapa de candidato.

Al momento de encontrar los motivos, no se puede obviar el fantasma de las lesiones (62 en 2013) y los conflictos internos del plantel, reflejados en la purga invernal de jugadores, que al irse ventilaron problemas de convivencia. Los pergaminos históricos salvaron a Bianchi del escarnio público, especialmente luego de un par de “resultados saca-técnico” como el 6 a 1 contra San Martín de San Juan, o el 3 a 0 frente a Olimpo. No hay que ser un erudito en fútbol para darse cuenta que el entrenador, por distintos motivos, nunca encontró el equipo.

Pero si en lo deportivo en el 2013 no fue bueno, en lo extradeportivo fue peor. A la interna de la barra de Boca que fue noticia durante todo el año, con muertes (en julio en las inmediaciones del Nuevo Gasómetro) y amenazas (en enero antes de los superclásicos de verano y en septiembre con las pintadas), se le sumó la vergonzosa fiesta autoconvocada por el Día Internacional del Hincha de Boca que había debutado con destrozos el año pasado (12/12/12) y nuevamente se convirtió en una celebración vandálica.

El 2014 no arrancó muy diferente a la forma en que finalizó el 2013. Se conoció la sanción a la Bombonera por las bengalas tiradas en el último partido de local. El clima político del club está cada vez más caldeado. Los jugadores se siguen lesionando con habitualidad, tanto de gravedad como Joel Acosta (ruptura de LCA) y Pol Fernández (fractura del 5° metatarsiano) o por problemas musculares: Orión y Riquelme. En lo que respecta al juego, el equipo no ha mostrado un buen desempeño (en los partidos de verano), especialmente en el último Superclásico. A la falta de variantes en ataque se le suman errores defensivos que, pese a ser habituales en este equipo, no dejan de ser inaceptables.

Es lógico que Carlos Bianchi esté preocupado y que, en cierto punto, también sea cuestionado. Pero es desagradable observar la vil opereta que se está llevando a cabo para desestabilizarlo. La filtración de los términos del contrato y el lema periodístico “Bianchi le costó a Boca xxx dólares por punto ganado” es una muestra de la bajeza con la que nuestra sociedad trata a sus ídolos. Al fin de cuentas, es lógico que a Bianchi se lo reconozca, logró lo que nadie alcanzó: ser el entrenador más exitoso de la historia del club.

El Nottingham Forest está a meses de cumplir 150 años de existencia. Tuvo altos y bajos en su historia pero jamás alcanzó los niveles de excelencia que tuvo en los 80´. Brian Clough murió en 2004 víctima de un cáncer de estómago, consecuencia de su adicción al alcohol. En vida recibió un doctorado honoris causa y la Orden al mérito del Imperio Británico. Hay estatuas en su honor en las distintas ciudades donde vivió. Hay tribunas con su nombre y trofeos en su honor. La autopista que une Nottingham con Derby (dos localidades del condado de Middlesbrough) se llama “Brian Clough way”, en reconocimiento al haber sido campeón de la Liga inglesa con el County y con el Forest. Entre sus palmares hay dos Ligas, dos Champions y unas cuantas Copas inglesas. Nada, si lo comparamos con lo que ganó Bianchi, pero Sir Brian es inglés y Carlitos es argentino.