Con 18 muertos, 13 a manos de barras y el primer futbolista entre las víctimas fatales, la violencia en el fútbol atravesó a sangre y fuego el 2014.
Con 18 muertos, 13 a manos de barras bravas y el primer futbolista federado entre las víctimas fatales la violencia en el fútbol atravesó a sangre y fuego el año 2014 pese a mantenerse la veda para el público visitante.
Pasó otro año más sin que los gobiernos nacional y provinciales logren poner coto a los violentos, con lo cual da muestras de que la prohibición de asistencia de los hinchas como visitantes no logra frenar la violencia.
Mientras las muertes se dan en las calles, cuatro partidos que definieron tres ascensos se jugaron en medio de los silencios de canchas vacías.
La violencia se extiende de clubes grandes a chicos y de grandes centros urbanos a los pueblos.
La impunidad con la que se mueven los barras quedó en evidencia el día que un grupo de la facción disidente de Los Borrachos del Tablón entró con palos y facas a la confitería de River para atacar a los miembros de la barra oficial, a los que la dirigencia permitía el ingreso y uso de las instalaciones.
Independiente pasó de la pelea franca que les dio Javier Cantero, eyectado por la crisis deportiva e institucional, a la alfombra roja que les tendió la dirigencia encabezada por Hugo Moyano. Las fotos de la vergüenza llegaron casi terminado el año: los barras del grupo de Pablo Bebote Alvarez jugando al fútbol en el Libertadores y comiendo una parrillada en el club. El mismo jefe que fue expulsado de Brasil durante el Mundial tras burlar un par de veces a sus autoridades.
También hubo asados de barras en Lanús, dos dias antes de otro asesinato, y baile en Banfield.
En Boca la tensión no termina sobre todo desde que Mauro Martín, excapo de La 12, y su exnúmero 2, Maximiliano Mazzaro, quedaron libres al ser absueltos de una causa por asesinato de un vecino de Liniers. La barra hoy la controla Fido Debaux pero hay distintos grupos que quieren el dominio.
Este año hubo trece muertos por violencia en cancha o en enfrentamiento entre barras; dos ocurrieron en distintos puntos de Rosario el día del clásico local, atribuidos a la violencia social que golpea a esa ciudad.
También dos hinchas murieron al caerse de las tribunas y un joven murió en Tres de Febrero por el simple hecho de gritar un gol de River.
A comienzos de noviembre se dio una temible secuencia que derivó en cinco muertes a manos de barras. El 6 se produjo un enfrentamiento entre dos de las tres barras en que se divide la interna de Almirante Brown que dejó un muerto en Isidro Casanova poco más de una hora antes del partido ante Estudiantes de Buenos Aires.
El 10, un grupo de hinchas de San Telmo miraban por televisión un partido de su equipo en un club de barrio cercano al Puente La Boca y fueron atacados por barras de Dock Sud. Daniel Sánchez murió en el acto y Jorge Araujo al día siguiente.
El 12, un barra de Ituzaingó identificado como el Petiso Ariel fue ultimado antes del partido frente a Victoriano Arenas, sus compañeros se tomaron venganza e hirieron de muerte a otro barra conocido como Brutus, que murió al día siguiente.
El 3 de noviembre se produjo un hecho inédito en el fútbol: Franco Nieto, futbolista de Tiro Federal de Aimogasta, fue asesinado de un ladrillazo en la cabeza tras suspenderse el partido ante Chacarita Juniors por la Liga Aimogasteña de Fútbol. Se convirtió en el primer futbolista muerto por la violencia.
La Liga Aimogasteña de Fútbol está afiliada al Consejo Federal de Fútbol de la AFA, que agrupa a las ligas del interior.
Se terminó el fútbol pero la violencia siguió hasta la misma madrugada de Navidad, con un muerto en un choque entre miembros de distintas facciones de la barra de Lanús.
El gobierno dice que el AFA plus va a ser la solución a la violencia. Por ahora, la violencia sigue y 2014 dio muestra de ello.
(*) de la redacción de DyN