Tomás Orduna, infectólogo y miembro del equipo de asesores del Gobierno nacional, se mostró contrario a volver a aumentar las restricciones del aislamiento pero consideró que la situación será «grave cuando una persona necesite un respirador» y no haya disponibilidad.
«Como estamos hoy no hace falta volver atrás. Cuando quede 10 o 15 por ciento de camas hay que tener cuidado», dijo el médico jefe del Hospital Muñiz y aunque mostró su preocupación por lo que puede suceder si siguen aumentando los contagios: «La cosa va a ser grave cuando una persona necesite un respirador y no lo tengamos».
En ese sentido, señaló la necesidad de tener un «colchón mínimo» de ese tipo de plazas de atención crítica ya que puede darse un brote «en un barrio popular o en un geriátrico» que no pueda resolverse con pocas camas.
Recordó que la mayoría de los pacientes que ingresan a las terapias intensivas por esta patología pueden estar con ese tipo de tratamiento durante un mes, lo que «bloquea» el uso de esa cama de manera «prolongada».
En diálogo con Futurock.fm estimó que, por ello, «no parece ser el momento de aumentar los encuentros» entre personas, ya que son esos lugares dónde sube la cantidad de infectados.
«Hay que revisar todo el tiempo si lo que estamos haciendo está bien. La conducta social solidaria es por donde pasa controlar esta enfermedad en el mundo hasta que tengamos vacuna», añadió.
En ese sentido, pidió que cada individuo revise si sus acciones son «solidarias o antisolidarias» y al respecto ejemplificó: «Soy joven no me va a pasar nada, pero después termino llevándole a un padre, a un abuelo o a un diabético insulino dependiente, una enfermedad que los pueda poner en un cuadro de enfermedad o mortal».
Por ello, Orduna recordó que la solución no es «mágica» sino que se desprende del accionar humano.