Vecinos piden más controles por ruidos molestos los fines de semana. La Avenida Paysandú, nuevo lugar de conflicto. Como parte de los controles en la vía pública, realizados por personal de Tránsito y Guardia Urbana, en el marco del Plan de Saneamiento Vial realizados en diciembre y enero, se labraron 110 actas por incumplimientos de las normas vigentes y fueron retenidas 33
motos. En referencia a los controles estivales, también se desarrollaron operativos en el camino a Banco Pelay y en Balneario Itapé, con el fin de controlar el uso del casco, cantidad de ocupantes y documentación, y las condiciones de seguridad necesarias para la correcta circulación.
Quienes transitaban irregularmente no podían ingresar a los balnearios. Los controles se realizaron de mañana, tarde y noche. En relación a la emergencia hídrica, en diciembre y enero se cumplieron controles de derroche de agua, en el marco de la emergencia dada por las altas temperaturas y la necesidad del uso racional del agua. Se realizaron recorridos y se verificaron denuncias, habiéndose labrado 110 actas de constatación por arrojo a la vía pública mediante lavado de veredas y vehículos, y desagotes de piletas, infringiendo la Ordenanza N° 7.258. El director de Seguridad, Ignacio Bartet, destacó que «los controles continúan y a los de tránsito y de arrojo de agua en la vía pública, hay que agregar la participación y presencia de personal de Tránsito Municipal y Guardia Urbana en la gran cantidad de eventos que se realizan en nuestra ciudad, fundamentalmente en esta época».
Avenida sin control
Como ya se ha mencionado desde estas páginas, este verano la problemática de tránsito, incidentes y falta de control se sintió fuertemente en la Avenida Paysandú, uno de los espacios de moda para recreación deportiva durante la tarde-noche, y de descontrol nocturno los fines de semana. Los ruidos molestos, picadas y motos sin ninguna medida de seguridad han sido motivo de queja permanente. Si bien se trata de una zona industrial, las normas de convivencia rigen de igual manera que en el resto de la ciudad, y una muestra de que la falta de control se convierte en una bola de nieve cada vez mayor, es el crecimiento de la cantidad de accidentes y hechos de violencia en algunos hechos ocurridos los fines de semana, que llegó al extremo de disparos de arma de fuego en la madrugada del sábado pasado.
En la esquina de Mitre y Paysandú, se utiliza el monumento a la Madre como rotonda, algo que no es, generando un caos de tránsito cuando los vehículos se encuentran de frente en medio de la calle. El consumo de alcohol desmedido agrava la situación y si no se comienzan a realizar controles la problemática seguirá en aumento. Justamente otro problema que suele darse en la zona céntrica y también en la avenida portuaria lo representan los ruidos molestos. En la mayoría de los casos se trata de automóviles que no respetan los decibeles y generan reclamos reiterados, como ocurre en los edificios ubicados en la plaza o en el radio céntrico, que los fines de semana deben soportar bocinas, motos con explosiones y música a cualquier volumen. Son reclamos que llegan cotidianamente a los medios de prensa y que circulan por las redes sociales, y que sería importante tomar en cuenta.