La tasa mínima por refinanciación de los resúmenes de tarjetas de crédito pasó de 49% a 51% anual. No obstante, el uso de las mismas viene cayendo. Los bancos dicen que aún se encuentran por debajo de la inflación.
El Banco Central autorizó esta semana la tercera suba de tasas de este año. La medida, que mejora los rendimientos de los plazos fijos minoristas a una tasa efectiva anual del 53,3%. Este aumento de tasas implica un costo más alto para el financiamiento.
En tal sentido, se encarecerá la opción de refinanciar los resúmenes de las tarjetas de crédito, principal vía de financiamiento de los hogares. Con el último ajuste del Central, esta tasa pasó del 49% anual al 51% anual.
Por la pandemia en 2020 y durante todo 2021, el BCRA había decidió mantener congelada la tasa mínima que los bancos pueden cobrar para refinanciar los resúmenes mensuales en 43% anual. Con la primera suba de tasas de este año, la autoridad monetaria llevó ese costo al 49% anual. El mes pasado, a pesar de que había aumentado la tasa de referencia, había decidido dejar sin cambios tanto la tasa de refinanciación de los resúmenes como las de Ahora 12.
Este cambio era un pedido de los bancos, que desde hace tiempo se quejan que con tasas que pierden contra la evolución de los precios de la economía «están subsidiando el consumo». Consultadas por Clarín, distintas entidades de origen privado afirmaron que esta reciente suba «resulta insuficiente».
Ante la imposibilidad de subir las tasas de revolving, como se llama a la opción de refinanciar los saldos impagos del resumen en las tarjetas de crédito o por ejemplo hacer sólo «el pago mínimo», muchas entidades dejaron de actualizar los límites sus clientes, que en la práctica encontraron que tienen una menor capacidad para endeudarse frente al aumento del costo de vida.
En tanto, las tasas del Programa Ahora 12, que oscilan entre 31% para los planes de 3,6 y 12 cuotas; y del 36% para los pagos en 18 y 24 cuotas, quedaron otra vez sin cambios. En este caso, es la Secretaría de Comercio la que decide el costo de financiación de estos planes subsidiados, y en el sector financiero esperan que en las próximas semanas haya algún tipo de actualización de estos planes.
«Todo incremento de la tasa de interés encarece el costo del crédito y las tarjetas entran en el grupo. Hacia finales de febrero, la tasa de financiamiento de tarjetas de crédito promediaba el 58% para personas físicas, lo cual ya era elevado, pero lógico de acuerdo a la inflación con la que convivimos. Con la nueva suba de tasas, cabe esperar cierta merma o estancamiento en este segmento», advirtió el economista Matías De Luca, de la consultora LCG.
Para el economista: «El verdadero problema de fondo es la elevada inflación: la tasa de interés se ajusta en base a eso, pero no los sueldos. Por lo tanto, por fuera de algún programa especial como ser Ahora12 o similares (que igualmente no terminan de ser significativos a nivel montos) no veo un escenario donde el consumo en cuotas mejore en el mediano plazo», dijo.
Por su parte, Andrés Borenstein de Econviews minimizó el impacto en el consumo que puede tener este encarecimiento del crédito. «Toda la deuda de tarjetas es de $1.2 billones, y buena parte de esto ni si quiera es deuda que devenga interés sino el consumo del mes. La parte de deuda es pequeña y dos puntos mas no mueven tanto la aguja», explicó.
El uso de tarjetas de crédito viene en franca caída: en febrero, el crecimiento del stock de los pesos financiados por esta via cayó 3,1% respecto el aumento de los precios.