En el barrio Los Palos de la Histórica fueron detectados casos de la variante más peligrosa de una enfermedad característica de otras regiones del planeta y que se transmite por la picadura de insectos llamados flebótomos. La zona oeste de la ciudad se vio sorprendida cuando dos perros fueron analizados y se detectó un caso confirmado de Leishmaniasis y otro en observación. Se trata de la variable más aguda de la enfermedad, denominada Visceral o Kala Azar, la forma clínica que cobra más vidas mundialmente dado que afecta fuertemente el bazo e hígado.
Dos casos
En diálogo con la emisora estatal LT11, el veterinario, Ignacio Albanece, explicó que fueron detectados dos perros y se investiga como se pudo producir el contagio, dado que la Leishmaniasis es una enfermedad propia de otras regiones del planeta pero que bien pudo trasladarse, siendo las épocas de más riesgo para su contagio las de mayor calor. En el barrio Los Palos de nuestra ciudad se detectaron dos perros infectados, siendo un caso positivo y el otro en vías de confirmación dado los síntomas, dado que se colocaron trampas para detectar si está el mosquito transmisor en la zona, señaló el veterinario y amplió que el animal es originario de Herrera, por lo que deberán estar atentos y continuar investigando.
La Leishmaniasis
La Leishmania se inocula por medio de la picadura de un insecto aún más pequeño que el mosquito, denominado flebótomo, que no es fácil de identificar por su tamaño o ruido dado que no produce el típico zumbido al volar. Solamente pican las hembras, que necesitan sangre para desarrollar los huevos, mientras que los machos se alimentan de azúcares y plantas.
Pero este jején transmite la enfermedad sólo si previamente ha picado a otro animal ya infectado, dado que los perros y otros mamíferos infectados no transmiten directamente la leishmaniasis a otros animales ni a las personas, por ninguna vía. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay tres formas de enfermedad: la visceral o kala-azar, que ataca fuertemente el bazo y el hígado; la cutánea que es más común y genera llagas y ulceraciones dermatológicas pudiendo ser defomante cuando ataca en el rostro; y la mucocutánea, que además de la piel, ataca las mucosas de nariz y boca.