El 8 de Mayo se cumplió el 60° aniversario de la llegada de los primeros salesianos a Concepción del Uruguay. Así lo recordó el presbítero Jorge Tournour, actual director del Colegio Don Bosco, quien señaló que se trató de una fecha trascendental para la comunidad uruguayense que recibió a los religiosos que llevaron adelante las acciones iniciales de lo que hoy es la obra salesiana en la Histórica, consistente en la parroquia Santa Teresita, las capillas San José y San Isidro y los establecimientos de enseñanza inicial, primaria y secundaria.
El Padre Rolando fue un salesiano que llegó cuando la Obra de Don Bosco se instalara en nuestra ciudad el 8 de mayo de 1960 acompañando a otro destacado salesiano, el Padre Pablo Scéliga. En dicho año, comienza a formar la nueva Obra en el barrio Santa Teresita, donde inmediatamente se ganaron el cariño de la gente por su dedicación no solo a los niños que concurrían, sino atendiendo todas las necesidad de los uruguayenses.
En la Obra Don Bosco Concepción del Uruguay, el Padre Rolando fue albañil constructor, impulsor de coros, conductos de niños exploradores, vendedor de rifas, maestro de caricia justa o “coscorrón” cómplice. También se desempeñó en San Roque, sobre todo acompañando a los enfermos.
También fue reconocido por su trompeta, su Fort T y su sotana raída, con la cual recorría la ciudad ayudando a quien lo necesite y juntando todo el material que le servía para seguir realizando la construcción de su colegio.
Juan Bautista Rolando falleció en Concepción del Uruguay el 17 de octubre de 1995, y hoy descansa al frente de la Obra que él tanto ayudó a construir.
Un poco de historia
Si bien la fundación de la Obra de Don Bosco en Concepción del Uruguay data de 1960, es necesario retrotraernos a 1931 para ampliar la historia. El Párroco de la ciudad Rdo. Andres Zaninetti, el Sr. Obispo Diocesano Monseñor Julián Martínez y un grupo de jóvenes animadas por la Srta. Elvira Del Prado daban vida a la Pia Union De Santa Teresita Del Niño Jesus. Asociación que se dedicaría al apostolado y beneficencia. Se instalan en el norte de la ciudad, barrio humilde llamado entonces San Clemente. Lleva más de un año adquirir el terreno, pero gracias al Padre José Silva, la Sra. Cantalicia Echaniz de Allende dona una manzana de su propiedad en 1933.
María Virginia Civetta y Carlos Ignacio Ratto, reproducen en su sitio “Concepcion historia y turismo” aquella historia con aportes del Boletín de Parroquial de Santa Teresita: “Inmediatamente se dio inicio a la construcción de una pequeña capilla de 8 x 16 metros. Esta capilla fue bendecida por el Obispo Auxiliar de Paraná, Monseñor Nicolás De Carlo, el 4 de noviembre de 1933. Aquí se daba catequesis y se celebraba misa para el barrio”, recuerdan.
De apoco la Capilla fue creciendo y se daban talleres de hilado, tejido, bordados, corte y confección para mujeres, esterillado, mimbrería y carpintería para varones. En 1938 ya contaban con biblioteca. Fue quedando chico el terreno donado y la PIA UNION, pretendía comprar terrenos aledaños, y nuevamente Doña Catalicia E de Allende, les vende la mitad y dona la otra del terreno deseado.
Se amplió la capilla y el 6 de octubre de 1940, el Gobierno Nacional le otorga una subvención. Se coloca entonces la piedra fundamental del nuevo edificio. Crecía la escuela taller y el barrio. Es el momento en que la UNION decide entregar la capilla al Obispo de Paraná (1947), quien erige una Vicaria bajo titularidad de Santa Teresita. La escuela taller es delegada a una “Comisión administradora” presidida por la Srta. Julia E Piloni.
En el año 1957, Gualeguaychú se convierte en sede de una nueva Diócesis, a donde pasa a depender. El primer Obispo fue Monseñor Jorge Chalup, gran amigo de los salesianos.
El mismo año la Srta. Piloni alentada por el Padre Silva, ofrece a la congregación la entrega de la escuela y del inmueble en forma gratuita, solicitando se continúe con el nombre de Santa Teresita. Nombre ya adoptado también por el barrio y calle adyacente a la capilla.
Llegan los salesianos
Es así, que el 8 de mayo de 1960 (días de la Virgen de Lujan), se instalan los salesianos en nuestra ciudad. Los primeros en llegar: Pablo Sceliga y Juan Rolando, acompañados por Rdmo. P. Inspector Don Luis Remasso. Llegan al barrio acompañados por una caravana que partió de la Inmaculada Concepción y que la integraron, el Intendente, los militares, los navales, la policía, el Párroco Juan Fiorotto, Padre Silva, Salesianos de Paysandú y las Srtas. Del Prado y Piloni.
Al llegar se les toma juramento de rubrica al nuevo Capellán quien recibe a cargo la capilla de Santa Teresita, San José y San Roque, asistiendo religiosamente a enfermos del policlínico y población rural. En Colonia Perfección en 1957 se había levantado una capilla bajo la advocación de Santa Lucia.
Es así, que inmediatamente se dan a la obra, los recién llegados. El 9 de julio ya desfilaron con los Exploradores de Don Bosco.
En 1961, se incorpora el Padre Américo Rollon, quien inicia Escuela Primaria y Jardín de infantes, cuyo nombre era “Semillita”.
En 1962, se dio inicio a la escuela primaria (de 5° a 7° grado) y al secundario, al principio sólo para varones. Para 1966 se han completado todos los edificios originales.
En 1967, comienza a funcionar el cine “Don Bosco” con proyección de películas para todo público, fuera de estas proyecciones el salón se utilizaba para los actos escolares.
A principios de la década de 1970 comienza a desarrollar sus actividades, entre diciembre y febrero. La colonia de vacaciones “Club Santo Domingo Savio”, a cargo del padre Mario Cámpora, las actividades del Club, en su primera etapa se llevan a cabo hasta el año 1979, en que Cámpora es trasladado a otra ciudad.
A mediados de la década de 1970 se comienza con la construcción del nuevo edificio del Colegio, el que es finalizado a principio de los años 80.
El actual edificio de la iglesia es de 1983, consagrado en 1985, y es diseñado por la Arq. Cristina Bonus. Al cumplir 25 años de la llegada de los salesianos a nuestra ciudad, la Municipalidad expresa su gratitud imponiendo los nombres de Don Bosco y Pbro. Allais a las calles de los barrios que ellos recorrían.
Luego se le sumaría el recuerdo al Padre Rolando, con una escuela que lleva su nombre emplazada allí, justamente donde hace 60 años, Rolando recorría a pie o en bicicleta esas calles, llevando su palabra y sus acciones con las premisas de Don Bosco.