Sin goles entre el Ciclón y River, en un partido de alto voltaje, en el Nuevo Gasométro. Este domingo, la fecha continúa con cinco partidos.
El Millonario saltó al campo de juego del Pedro Bidegain con una confirmación: Martín Demichelis repitió los mismos once que vienen de vencer a Colón en el Monumental. El buen rendimiento individual y colectivo, llevó al entrenador a sostener el “equipo ideal”, sabiendo que llegaban a este encuentro con poco descanso. La importancia del encuentro lo ameritaba.
El clásico comenzó, casi desde el vamos, a pura intensidad y pierna fuerte. Los protagonistas se fueron calentando a medida que se repitieron algunas faltas sistemáticas, sobre todo desde el lado de San Lorenzo, que cortó mucho el juego y le impidió a River progresar con el balón dominado. Fue una constante a lo largo de casi todo el partido.
La primera aproximación la tuvo el Millonario a los tres minutos de juego, a través de un remate desde afuera del área de Rodrigo Aliendro. El disparo del ex Colón salió mordido y desviado, bajo el control de Augusto Batalla. Fue, tal vez, el único remate cercano de River en toda la primera etapa, porque le Millonario volvió a llegar recién a los 17 minutos y con un disparo de Enzo Pérez, también desde media distancia, que se fue muy desviado.
San Lorenzo tuvo un par de llegadas que tampoco significaron demasiado peligro. A los 28 minutos y tras un tiro de esquina, Adam Bareiro ganó en las alturas y sacó un cabezazo débil, a las manos del arquero. A los 31′, nuevamente el paraguayo recibió un centro contra el segundo palo y sacó otro cabezazo que fue a las manos del Pulpo, que controló sin ninguna dificultad.
El partido se volvió tedioso y previsible. River dominó la pelota, pero no sabía qué hacer con ella. O mejor dicho, cuando intentaba asociarse desde el juego, chocaba contra la muralla defensiva que proponía el Ciclón. Y San Lorenzo, más preocupado por cuidar el cero que por lastimar al Millonario, ofrecía muy poco desde el aspecto defensivo. Por eso, el cero a cero le cayó a la perfección a este primer tiempo.
En el complemento el partido presentó otro semblante. En parte porque San Lorenzo se animó a jugar unos metros más adelante y porque River encontró algunos espacios que no tuvo en la primera mitad. La primera clara del segundo tiempo la tuvo el Ciclón, a través de un remate muy claro de Malcom Braida que se topó con la inmensidad de Franco Armani. El Pulpo se vistió de héroe y sacó un atajadón para evitar la caída de su arco.
Partidos para este domingo
15:30 Hs Platense – Sarmiento
15:30 Hs Instituto – Tigre
18:00 Hs Vélez – Godoy Cruz
20:30 Hs Banfield – Arsenal
20:30 Hs Defensa y Justicia – Lanús