Rocamora logró sumar frente a Quilmes y ya piensa en Unión

Tomás de Rocamora derrotó a Quilmes este domingo 84-71 por la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquetbol y sigue con vida a la espera del último partido que le resta, frente a Unión de Mar del Plata. Justo Catalín fue la figura del encuentro con 22 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 2 recuperos; lo siguió Matías Caire en el goleo con 20. Augusto Ecker fue el goleador de la visita con 22 unidades.

Foto: Carlos Lozano

Lo importante era ganar y Rocamora lo consiguió. Ante un Quilmes que fue un durísimo rival y que no le regaló nada. Todavía no depende de su propia suerte pero los deberes los hizo, al menos en este juego. Y arrancó muy entonado el Rojo, con Caire, Frontera y Repetti siendo la columna vertebral de un rendimiento aceitado y que a partir del tercer minuto hizo muy bien las cosas. Tiempo muerto de la visita cuando el tablero quedó 13-4 y en ese primer cuarto llegó a sacar 13 de ventaja el local (21-8). El cierre fue 29-16.

Quilmes tuvo a Fernández muy lúcido en el cierre del primer tramo y desde sus triples la visita se metió en partido. Después se sumó Ecker por la misma vía y los marplatenses complicaron la noche. Con Fernández (4/4) y Ecker (3/4) con la mano caliente en triples el partido ganó en emotividad. Rocamora ya no tuvo la misma facilidad para atacar y claramente se armó otro partido. Al descanso largo se marcharon 45-43.

El tercer cuarto tuvo menos momentos de lucidez por parte de ambos, Frontera no pudo salir a jugar, Candia tomó la base y el trámite fue más parejo. Se lo veía mejor a Quilmes en esta parte de la noche y por eso no extrañó que pase al frente por primera vez (50-51). Fernández y Ecker volvieron a ser los responsables y Pujol tuvo que pedir minuto (50-54). Por suerte Rocamora no perdió la cabeza, se repuso aunque de todas formas quedó debajo de cara al último tramo (57-58).

Un alto pasaje de Cavallín y Caire en el inicio del último cuarto dejó a Rocamora otra vez arriba para ya no volver a quedar rezagado. Después, hubo varios pasajes en donde la visita se quejó de los fallos arbitrales y, además, perdió la brújula en ataque. Ahí fue donde Rocamora pagó con la misma moneda de los triples, dos de Catalín y uno más de Cavallín para darle al rival un golpe de nocaut del que no se pudo reponer (81-65).

Rocamora igualó la línea de Unión y Gimnasia con 9 victorias pero con dos encuentros más. Fundamentalmente le interesa lo que suceda con el equipo de Mar de Plata, al que enfrentará el viernes 5 de abril. Necesita como mínimo que pierda uno de los dos juegos previos. Si eso pasa deberá ganarle por más de 12 puntos de diferencia en ese juego entre ambos. Si Unión pierde los dos juegos la tarea no será al menos sencilla pero le alcanzará con ganar hasta por un simple.