El siguiente 16 de julio, el Club Tomás de Rocamora cumplirá 97 años de vida. En una nueva edición de Revista MIRADAS, un repaso por su historia y las palabras de Santiago Losada, actual presidente de la institución.
El primer día del Rojo
Aquél 16 de julio de 1927, la Señorita Dina Carmen Olivieri organizó en su casa una reunión con un grupo de destacados urguayenses con el fin de conversar e intercambiar ideas sobre la factibilidad de crear un club, cuya actividad principal sea el tenis, pero con la intención de sumar otros deportes más en el futuro.
Dos de las personalidades destacadas que presenciaron la reunión fueron Simón Plazzaola y Miguel Galaz, hombres con prestigio y muy queridos en la sociedad del momento, además de muy interesados en el nuevo club de la ciudad.
En la reunión se destacó la firme voluntad en fundar una sociedad, tal es así que de inmediato se prosiguió a elegir una comisión para dar los primeros pasos. En este marco, Simón Plazzaola resultó electo como primer presidente por unanimidad de votos.
Lo importante, es que en ese acto quedó sólidamente colocada la piedra basal sobre la que se levantantaría la institución. El recuerdo del momento que quedó con el paso de los años es que veían difícil e incierto el futuro y no tenían pasado, pero eso no importaba, destacaban que todo comenzaba con el primer paso y ya estaba dado.
Lo más destacable es que luego de esa primera reunión, una verdaderamente notable cantidad de familias y jóvenes, casi de inmediato, formularon su adhesión, identificándose con la idea y haciéndola propia. Sin dudas, fue el comienzo de una larga y recordada historia, donde muchas personas con gran compromiso comenzaron lentamente a trabajar para llegar a lo que es la institución actualmente.
El nombre
En la primera reunión se denominó a la institución como “Lawn Tenis Club Estímulo”, con el claro propósito de conformar una entidad dedicada a la práctica del tenis.
Dos años más tarde, en 1929, tras la iniciativa de Don Argentino Suárez, en homenaje al fundador de la ciudad, pasó a llamarse “Rocamora Lawn Tenis Club”. En recortes de diarios de 1931 se puede ver que se referían a la institución como “Lawn Tenis Club Tomás de Rocamora”, finalmente, con el paso de los años fue bautizado como “Club Tomás de Rocamora”, como actualmente se lo conoce.
El tenis, la primera actividad del Rojo
El club fue creado en 1927 con la intención de que su deporte principal fuera el Tenis. De esa forma, dos años luego de los inicios de la institución comenzaron las prácticas y se desarrollan hasta la actualidad.
El Rojo, a lo largo de su historia, fue sede de numerosa cantidad de eventos locales, provinciales y hasta nacionales. La creación de la escuela de Tenis fue cuna de un sinfín de niños y jóvenes que comenzaron a destacarse en la disciplina en la región.
El primer partido registrado fue en 1929 frente a los pares de Concordia, y en 1937 se resalta el primer encuentro internacional con jugadores de la República Oriental del Uruguay, en la categoría de doble mixto, dando como ganadora a la pareja uruguayense integrada por Beatríz Caffa y René Giqueaux.
Desde ese entonces, el Rojo no deja de ser protagonista en cada torneo de las diversas categorías que se presenta.
Las sedes del club
Con el pasar de los años, Rocamora ha pasado por varias direcciones. La primera fue la manzana ubicada entre calles Mitre, Maipú, Artusi y Reibel, cedida por la Municipalidad, lugar donde en noviembre de 1927 se comenzó la construcción de la primera cancha de tenis.
En el año 1941 además de la sede de Mitre se agrega el Stadium San Martín, ubicado en 21 de noviembre y San Martín, el cual contaba con una cancha de básquet de polvo de ladrillos, una cancha de pelota paleta y un tinglado.
Dos años más tarde, en 1943, se trasladaron a Galarza y Supremo Entrerriano, manteniendo la sede en calle Mitre. En esa nueva dirección se contaba con cancha de básquet con tribunas, sala de juegos (billar, ping-pong, cartas) y una cantina de “Don Magne”.
Años después, en 1956, con un préstamo otorgado otorgado por el Gobierno Provincial, se compró una casa en calles Salta y Rocamora, donde se construyó una cancha de básquet con tribunas y plateas fijas y una cancha de paleta. Además, se adaptaron las habitaciones de la casa para construir una sala de juegos, sala de lectura, cantina y el hall con canchas de ping pong.
En 1960 se gestionó el predio municipal en el que actualmente se encuentra la sede principal en Bv Yrigoyen. Un proyecto que, tal vez hoy no se dimensione, pero para ese momento fue una gran discusión y se llevó adelante con gran dificultad.
Finalmente, en 1961 se inauguró la sede actual y la cancha abierta, años después se fue construyendo e inaugurando las expansiones como la cancha de tenis, de pelota paleta, de bochas, el estadio cerrado, las piletas, las canchas de paddle y las demás mejoras que se hicieron.
La actualidad
Sobre la actualidad del club su presidente, Santiago Losada, expresó que se ha visto un crecimiento muy notorio, tanto en la parte social como en la deportiva. “Desde el 2005 aproximadamente se propuso un cambio grande desde la dirigencia y eso se vio reflejado en la masa societaria del club”, agregó.
Si bien los nombres en los puestos han visto cambios, las ideas principales se han mantenido en Rocamora y al día de hoy se siguen manteniendo, tal es así que los proyectos se van continuando sin importar quien sea el que está a cargo del club.
“Actualmente el club cuenta con cerca de 900 socios y buscamos seguir creciendo. Podemos destacar que las actividades están ‘a tope’, compitiendo en las categorías más altas de cada disciplina y siendo protagonistas en cada torneo”, detalló Losada.
La mayor obra con la que se está trabajando es la de la climatización de la pileta, proyecto en el que se viene invirtiendo mucho tiempo. Sobre eso, Losada subrayó que ya se cuenta con un 40% de avance de los planos, si bien la gente no lo puede ver a simple vista, se hicieron grandes trabajos para que dentro de no mucho tiempo se pueda llegar a finalizar con el cerramiento y climatizado final.
Algo a destacar sobre el club es que cada disciplina logró tener financiación propia, detalle no menor para un club tan grande como Rocamora. “Si bien nos postulamos para cada proyecto o susidio que lanzan los gobiernos, mantenemos la tesorería central en buenos números y cada deporte se puede sostener por sí mismo. Entendemos que la economía actual está en una situación complicada, pero gracias al ingenio y voluntad de todos los que están se puede seguir proyectando el futuro del club”, manifestó el presidente institucional.
Rocamora y el compromiso social
“Creemos que Rocamora, por su larga historia, ha vuelto a estar en los primeros planos de las competencias, llevando a la ciudad a lo más alto de los torneos que disputamos. Desde las categorías más chicas de todos los deportes buscamos que los chicos encuentren, en el club, un espacio donde se sientan cómodos, alegres, seguros, y donde se transmitan los valores”, indicó.
“En lo personal siento que por más que trabaje en el club no voy a llegar a darle a Rocamora todo lo que me dio desde que era chico. Siempre fui de estar dentro de la institución ayudando en lo que podía y estaba a mi alcance, pero es enorme la cantidad de cosas y experiencias que me brindó”, agregó con emoción Losada.
Sin dudas Rocamora seguirá siendo parte de la historia uruguayense como hace casi 100 años lo viene siendo.