Rocamora gritó campeón en el interasociativo U19 y sigue dejando huellas en el básquet femenino, destacando el potencial de su talentoso plantel. El equipo demostró una contundencia ante un Regatas que tuvo dificultades para arrebatar el título, finalizando con una victoria por 54 a 33.
Martina Schunk se fue la figura destacada del partido al aportar 11 puntos, 22 rebotes y una valoración de +25, seguida de Clara Montañana con 13 puntos, quien se convirtió en la máxima goleadora.
«¡Dale, campeón!» es el grito que resuena en la concreción de un sueño deportivo que se repite en el básquet femenino del equipo Tomás de Rocamora. Este logro representa mucho más que un simple triunfo en el campo; es la manifestación de anhelos intangibles que solo aquellos con un corazón teñido de rojo pueden comprender.
Es el sentimiento de pertenencia más puro, con un norte definido, fruto del incansable trabajo de los cuerpos técnicos, el apoyo inquebrantable de los padres y madres con un esfuerzo sobrehumano sacrificado y de los dirigentes que, han contribuido en gran medida para que este sueño se haga realidad.
Dentro de la cancha, la química era el elemento clave. En este éxito, destaca el mérito de Sabrina Scevola, la arquitecta de un equipo que se convirtió en una unidad sólida. También es un mérito compartido por las jugadoras, quienes asumieron sus roles y priorizaron el objetivo colectivo por encima de todo.
Ahora, a las jugadoras les guarda el desafío de mantenerse, seguir creciendo y enfrentar nuevos retos. Deben revalidar este momento histórico que están viviendo, preparándose para dar el próximo salto en su carrera deportiva.