Bomba en Barcelona: se va el directivo cuestionado por todo el mundo y a quien criticó Leo Messi, obligado a quedarse por la presión del directivo. ¿Qué pasó?
En Cataluña terminó de estallar la bomba. Josep Bartomeu dejó de ser el presidente del Barcelona. El hombre que no le permitió salir a Lionel Messi, este martes presentó la renuncia ante una junta directiva de urgencia. La propuesta de la dimisión fue aprobada sin discusión por el resto de la comisión.
Allí, tanto Bartomeu como toda su junta directiva dejaron sus cargos sabiendo que el voto de censura que los socios del club habían impuesto iba a realizarse mediante un referéndum. Con esta medida se ahorran un paso que quisieron evitar dar a toda costa y que incluso hubiera supuesto una salida antes de marzo, cuando estaban planteadas las nueva elecciones.
«Comunico mi dimisión y la del resto de la junta directiva. Es una decisión meditada, serena y acordada por todos mis compañeros», anunció el ahora ex presidente. Y dio su versión sobre lo que lo motivó a irse antes de la moción de censura: «No podemos ni debemos elegir entre la prevención de la salud y el ejercicio del voto. Por eso tomé la decisión de no convocar al voto y dimitir inmediatamente»
Así termina el ciclo del dirigente que hizo enfurecer a Messi. Había tomado el cargo en 2014, cuando era vicepresidente pero asumió ante la renuncia de Sandro Rosell. En 2015, meses después de haber ganado la Champions fue reelecto y, desde entonces, fue el comienzo del declive en el club catalán.
«El presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra. El burofax era hacer oficial que me quería ir, porque el presidente no me daba bola», había dicho Leo, el día que confirmó que se quedaba en Barcelona.
En el último año la guerra con el argentino quedó expuesta por el propio jugador, que hizo públicas sus diferencias al desmentir que el plantel había influido en la destitución de Ernesto Valverde como hizo saber la dirigencia. También aclaró que nadie del equipo se había opuesto a la reducción salarial apenas explotó la pandemia en marzo. Ni hablar de una investigación que determinó que el club gastó fondos para contratar empresas que hablaran mal de los jugadores en redes sociales.
A todo ese combo se le sumó la explosión del 2-8 contra el Bayern. Un tercer fracaso en Champions que desató el escándalo, generó la limpieza del plantel y que Messi pidiera salir. El famoso burofax y días de lucha terminaron con Bartomeu diciéndole a Jorge Messi que si querían irse debería ser mediante un juicio. Para evitar ese paso ante el club de su vida, Leo se terminó quedando a cumplir su contrato hasta junio de 2021.
En todo ese proceso, los hinchas del equipo culé se manifestaron en contra de Bartomeu y su directiva. Y también el resto de los precandidatos opositores a presidentes: Jordi Farré, Víctor Font y Lluís Fernández Alà. Ellos comenzaron el voto de censura para la destitución y para eso necesitaban las firmas de un 15% del censo electoral del club. Lo lograron con más de 20.000 peticiones y así llegaron al punto de definir todo en un referéndum, en el que si el 66% de los votantes lo decidían, Bartomeu y su comisión serían destituidos. Con la renuncia se ahorraron todo ese último paso.