Los rumores corrieron rápido y la respuesta oficial estuvo acorde, para no caer en suspicacias. Es que en las nuevas 134 viviendas habitadas desde el mes pasado por familias que abandonaron asentamientos precarios en la ciudad, la mayoría no quiere tener problemas. Por eso cuando se supo que habría algunos adjudicatarios que estarían vendiendo las
casas nuevas a precios irrisorios se realizó el aviso al IAPV y se iniciaron controles. Se trata de las 134 viviendas que están ubicadas en cercanías de la cancha de Rivadavia, en el tránsito pesado y que corresponden al Plan de Erradicación de Villas y Asentamientos. Actualmente, desde el IAPV de Concepción del Uruguay, se está trabajando en un relevamiento casa por casa, con el fin de corroborar datos y constatar la cantidad de personas que viven en la vivienda, y que esos datos coincidan con los registrados en la oficina local.
¿Qué pasó?
Rumores, denuncias anónimas y algunas advertencias de los mismos vecinos daban cuenta que había familias o adjudicatarios que estaban vendiendo las viviendas flamantes a un valor muy bajo. «A cada uno de los 134 adjudicatarios se les entregó una llave en mano, pero también un compromiso, y si esa persona o familia está vendiendo ilegítimamente su propiedad se actuará en consecuencia. El IAPV está facultado a quitarle la vivienda a aquel que busca usufructuar con ella, y así ni el comprado ni el vendedor se queda con la casita, sino que será para otro adjudicatario de la lista de posibles beneficiarios que tenemos», señalaron desde el organismo autárquico que llevó a cabo los relevamientos, la entrega y posteriormente los controles de cada una de las viviendas otorgadas.
Voces en el barrio
«Sabemos que en el barrio hay de todo», dijo Miriam, una joven mujer que vive con su pareja y cuatro chicos. Y agregó: «Nosotros pasamos de vivir entre cuatro chapas, durmiendo con los colchones en el suelo, con la humedad que enfermaba a los gurises todos los días, a tener hoy una casa que es una maravilla. Nosotros no podemos desaprovechar esta oportunidad, por eso tratamos de que los que no saben valorar este cambio de la calidad de vida, que se vayan, que dejen vivir acá a las familias que hace mucho tiempo vienen luchando por un techo digno». Según trascendidos hubo personas a las cuales se les entregó llave en mano hace poco más de dos semanas y ya habrían vendido las viviendas a un valor de 10 mil pesos. «Por lo que nosotros sabemos hay tres casos, que ya están identificados y les sacan la casa para darle a otras personas que están en una lista de espera. Nosotros tratamos de cuidar el nuevo barrio que tenemos y cuidarnos entre nosotros. Hay familias que nos estamos conociendo ahora y otras con las que ya compartíamos el barrio hace tiempo, pero tiene que quedar claro que los pocos que hacen las cosas mal, se van», aseguró la vecina. Si bien desde el organismo no se confirmó el número de casos detectados, sí aseguraron que quien haya intentado vender la casa perderá derechos sobre la misma. Según se supo serían tres casos los que se tienen en la lupa, aunque el relevamiento continuará para detectar futuras irregularidades.