Sergio Granetto, director de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER), afirmó en declaraciones a APFDigital que el plan de regularización fiscal que el organismo puso en marcha tiene como meta que la gente “pueda estar al día con sus impuestos en un contexto muy complejo en materia económica”.
Al programa que se puso en marcha en marzo, y que se extendió a abril “le llamamos plan de normalización fiscal. Es una combinación de un criterio de segmentación que hemos venido aplicando con buenos resultados, poniendo el énfasis en los grandes contribuyentes”, precisó Granetto.
El esquema está trabajado en dos niveles:A: Para los contribuyentes de recursos bajos y medios (hasta dos inmuebles y dos vehículos). En este escalón se trabajó con el esquema de una moratoria tradicional: quitas importantes en los conceptos accesorios y 36 meses para pagar su deuda tributaria.
B: Para quienes superen el límite anterior o tengan una deuda superior al millón de pesos, habrá plan de financiación “pero no una moratoria”, aclaró Granetto. “Tendrán sólo 12 meses para pagar y quitas mucho menores. Es un incentivo”, subrayó.
Los acuerdos que la Provincia firmó con la Nación para la reducción de la presión tributaria (baja en Ingresos Brutos y eliminación de 4035), han puesto en el centro de la escena a los impuestos llamados “de padrón” como son el inmobiliario y el automotor.
Granetto comentó que los valores de medición de estos dos gravámenes, el del metro cuadrado y de los vehículos, se ha “disparado, valor dólar mediante, a niveles astronómicos”.
El cálculo de actualización del impuesto automotor “daba una suba de entre el 80 y el 90 por ciento ¿Qué se hizo? Ponerle un tope y hacer una distribución con la tabla para lograr contener por debajo del ajuste inflacionario. Por eso el tope es del 45% y el promedio está en el 30%”, explicó en declaraciones a esta Agencia.
Lo mismo ocurrió con el valor del metro cuadrado, donde la suba promedio estuvo en el 36%.
Esto implica que, en términos reales, la suba impositiva estuvo por debajo de los niveles inflacionarios, dado que la suba del índice de precios al consumidor rondó el 50%.