Hasta el año pasado se realizaron traslados masivos de presos a otras unidades penales para que sus familiares puedan visitarlos y celebrar las fiestas. El mecanismo se modificó y en esta Navidad y año nuevo sólo se realizarán algunos traslados que ya estaban pautados.
“El de los traslados para las fiestas es un tema al que hemos dejado de tener como prioritario. La diferencia con respecto a otros años es que desalentamos los traslados masivos que implicaban un gasto exagerado (desde el pago extra a personal hasta el combustible para los vehículos) y que las unidades penales reciban más internos, con el riesgo que ello implica”, señaló el funcionario.
En este marco, dijo que “desde el año pasado se viene disminuyendo el número de traslados y sólo se harán algunos que ya estaban pautados con meses de anticipación”. Para Mondragón, “al tema del sostenimiento de los vínculos familiares hay que trabajarlo todo el año, no sólo en las fiestas. Se trata de personas privadas de la libertad y la prioridad es que estén todos bien y evitar problemas de convivencia. En este marco, el traslado masivo de presos a otras localidades es irrisorio”.
“No se puede arriesgar la seguridad de todo el colectivo para cumplir con un rito”, aseveró Mondragón. Y remarcó: “Priorizamos afianzar un trabajo apuntado al sostén de la red de contención familiar, pero durante todo el año, no sólo en estos días”.
La modificación en el sistema de salidas fue acordada con autoridades judiciales y “se pudo avanzar en esta decisión a partir de un gran trabajo profesional de los psicólogos y profesionales de las unidades y de los equipos técnicos”.
Consultado por el periodismo el funcionario dijo que el tema se comunicó a la población penal y aseguró que no se han advertido “grandes disconformidades”.
Finalmente indicó que la noche de las fiestas se extenderá el horario de visitas hasta las 21 o 22 y los internos podrán permanecer en lugares comunes hasta un poco después de las 24. A su vez, se va a servir un menú especial”.