Paloma Herrera siempre ha presentado su vida y su carrera como algo ajeno a la planificación. Con ese mismo espíritu encara su futuro: “Sé que me voy a retirar, por supuesto, en Nueva York, y después acá, en el Teatro Colón, aunque por ahora no puedo adelantar con qué obra. Una función no va a ser más importante que las otras porque esté más cerca
Paloma Herrera siempre ha presentado su vida y su carrera como algo ajeno a la planificación. Con ese mismo espíritu encara su futuro: “Sé que me voy a retirar, por supuesto, en Nueva York, y después acá, en el Teatro Colón, aunque por ahora no puedo adelantar con qué obra. Una función no va a ser más importante que las otras porque esté más cerca del final. Quiero que el público se quede con eso, con un abanico de funciones, no con una función para retirarme. Me quiero quedar con ese amor, con ese disfrute, con ese placer que es trabajar, día a día, en clase, ensayar. Yo disfruto cada instante, considero que soy una privilegiada. Después no sé qué haré; prefiero no pensar, porque mi agenda ha sido tan loca en estos meses, que prefiero disfrutar día a día. Cuando llegue 2015, ahí tendré tiempo de planear. Ahora no quiero pensar en nada de eso, tengo tantas cosas en la cabeza… Sí imagino que me gustará estar en mi casa en Nueva York y poder disfrutarla, no estar a las corridas: llegar, deshacer valijas, hacer valijas… Quiero disfrutar el tiempo, que nunca tuve, de estar mi casa. Y espero tener tiempo para pensar, programar, ver proyectos… Además, me encanta ir al teatro, al cine, escuchar música, ir a conciertos, todo tipo de obras. Si bien lo hago ahora, espero poder hacerlo mucho más, y tener tiempo para salir, para poder disfrutar de las pequeñas cosas; no necesito ni viajes ni shopping…”.